Todos vuelven. El general de división EP Raymundo Flores Cárdenas asumirá la conducción del Comando Especial del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Cevraem) en reemplazo del general de División César Díaz Peche, quien ocupó el puesto durante 17 meses. Cárdenas ejerció la misma función a partir de mayo de 2008, incluso dirigió la llamada Operación Excelencia 777.
El Cevraem es responsable de la ejecución de las operaciones militares contra Sendero Luminoso, que aprueba el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA).
Al haber sido ascendido al grado de general de División, César Díaz Peche ahora se hará cargo de la Inspectoría General del Ejército, lo que implica que será el número tres en la estructura del instituto armado.
El general Raymundo Flores estaba al frente de la Región Militar del Centro, algunas de cuyas unidades están directamente relacionadas con las operaciones en el Vraem. Lo reemplazará el general de división EP Ronald Hurtado Jiménez, que estaba al frente de la Inspectoría General del Ejército.
Al regresar a la comandancia general del Cevraem, Raymundo Flores encontrará una situación totalmente distinta respecto a la que enfrentó hace cinco años: la estrategia antiterrorista cambió radicalmente.
NUEVO ESCENARIO
En lugar de los patrullajes consecutivos y permanentes en busca del enemigo –lo que acrecentaba el número de emboscadas terroristas y en consecuencia se registraban muchas bajas entre la tropa–, ahora solo se sale a combatir si es que existe información de inteligencia previa, la que es proveída por la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) o por la Dirección Antidrogas (Dirandro), dependiendo del manejo de fuentes e informantes.
Una vez identificado el Blanco de Alto Valor (BAV), los equipos especiales del Cevraem, en compañía de los agentes de la Dircote y de la Dirandro, bajo la conducción del CCFFAA, ejecutan las operaciones antiterroristas.
La nueva estrategia ha logrado importantes avances en el desmantelamiento de la organización terrorista de los hermanos Quispe Palomino, con la muerte de varios de sus importantes jefes, como Víctor Castro Ramírez, “camarada William”; Orlando Borda Casafranca, “camarada Alipio”; y Martín Quispe Palomino, “camarada Gabriel”. Esto no había sucedido en la época en que el general Raymundo Flores estuvo al mando del Cevraem.
Nacido el 15 de marzo de 1958, en el distrito de Huancapi –cuyas comunidades fueron severamente castigadas durante la guerra interna (1980-2000), de la provincia de Víctor Fajardo, Ayacucho, el general Raymundo Flores Cárdenas –a quienes sus amigos lo llaman “Castor”–, conoce no solo la zona de guerra sino también la idiosincrasia de la población, con la que se comunica con facilidad por su dominio del quechua. Su designación busca recuperar la confianza de las comunidades luego del incidente en Nueva Esperanza.
Los cambios se registran en una particular coyuntura: por un lado, la incertidumbre sobre los ascensos de grado que el comando del Ejército ya cumplió con comunicar al Ejecutivo el pasado 10 de octubre, y sin embargo el mandatario Ollanta Humala todavía no estampa su firma en las respectivas resoluciones; y, por otro, el ataque aéreo a la población de Nueva Esperanza, en Satipo (Junín), durante una operación del CCFFAA, el 16 de octubre, que causó un muerto y cinco heridos, además de la destrucción de numerosas viviendas.
De acuerdo con fuentes del Ejército, es inusual que se produzcan relevos antes de la publicación de las resoluciones de ascensos firmadas por el jefe del Estado.
HUMALA NO FIRMA RESOLUCIONES DE ASCENSO: ORDENARÍA NUEVO PROCESO
El presidente Ollanta Humala retrasa la publicación de los ascensos propuestos por el Ejército hace más de tres semanas porque ordenaría un nuevo proceso con más vacantes, de acuerdo con fuentes castrenses.
Al mandatario le disgustó enterarse por La República de los ascensos de grado en el Ejército planteados por el Consejo de Evaluación, en lugar de haber recibido la información por canales oficiales. Otras versiones indican que el Ejecutivo dará a conocer en conjunto los ascensos, los pases al retiro y los cambios de mando.
Según las mismas fuentes, el general de división EP Ricardo Moncada Novoa dejaría a fin de año la Comandancia General del Ejército y ocuparía la jefatura del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. En reemplazo de Moncada asumiría la máxima posición en el Ejército el general de división EP Leonel Cabrera Pino, actual jefe de la Región Militar Sur, a quien le corresponde por ser el que sigue a Moncada en el escalafón. (Ángel Páez/Cortesía La República)