Después de siete años de crecimiento cultivos de coca se redujeron en el país

Luego de siete años de continuo crecimiento, al 31 de diciembre de 2012 el área de cultivos de coca es de 60,400 hectáreas (ha), cifra inferior a la cifra registrada en diciembre de 2011, que fue de 62,500 ha, de acuerdo al informe de Monitoreo de Cultivos de Coca 2012, presentado hoy por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para Perú y Ecuador (Unodc) y la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).

Esta situación es el resultado de decisiones políticas del Estado Peruano, basados en su Estrategia Nacional de Lucha Contra las Drogas 2012 – 2016, al incrementarse y cumplirse las metas anuales de reducción del espacio cocalero ilegal, el control de la oferta y la aplicación de los programas de desarrollo alternativo.

De acuerdo al documento, en 2012 se registraron  reducciones e incrementos de áreas de cultivos de coca en las diferentes zonas de producción. En lo que se refiere a reducciones, las más importantes ocurrieron en el Alto Huallaga y Aguaytía como consecuencias de las acciones de erradicación. Cabe señalar que ese mismo año se logró erradicar 14,234 has.

Respecto a las zonas que   registraron  incrementos o ampliaciones. El primer lugar, corresponde a Bajo Amazonas (Caballococha, Cushillococha, Perené, Bellavista), con un crecimiento del orden del 73% en comparación a lo existente en 2011. Esta situación responde, en principio, a su ubicación fronteriza y cercanía a las ciudades de Leticia en Colombia y Tabatinga en el Brasil, lo que «garantiza» y facilita el abastecimiento de los insumos químicos requeridos y el comercio externo de los derivados obtenidos.

La segunda zona con mayores índices de crecimiento es el Palcazú-Pichis-Pachitea. Entre 2011 y 2012 tuvo una tasa de crecimiento de 25,7%. Esta zona desde el año 2005 y hasta el 2012 viene registrando uno de los porcentajes más elevados de ampliación del espacio dedicado a coca, como consecuencia del continuo ingreso de una población «golondrina» proveniente de sectores intervenidos por la erradicación en el Alto Huallaga y Aguaytía.

La actual cobertura de cultivos se distribuye en 13 regiones, concentrando las mayores extensiones en Cusco, Ayacucho y Huánuco. En los últimos cinco años la Región Huánuco ocupó el segundo lugar. En esta oportunidad ha sido desplazada al tercer lugar, esencialmente por la intensificación de las acciones de erradicación efectuadas en las provincias de Leoncio Prado (Daniel Alcides Carrión, Hermilio Valdizan, José Crespo y Castillo, Luyando, Damaso Beraun), Huamalíes (Monzón) y la provincia de Huacaybamba.

La oferta nacional de hoja de coca seca para 2012 ha sido calculada en 128,739 TM. De este total, 9,000 corresponden al consumo tradicional y las 119,739 restantes estarían siendo transformadas en derivados de coca (PBC y clorhidrato de cocaína).

Flavio Mirella, representante de UNODC para Perú y Ecuador precisó que “desde el año pasado se viene registrando una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la extensión ocupada por coca en el Perú y en el presente año se registra una reducción tanto en la extensión como en la producción potencial de hoja de coca. Esto es una avance importante y quedan retos por delante para que esta situación sea sostenible”.

Carmen Masías Claux, presidenta de Devida, resaltó que la reducción del área de producción de coca refleja la voluntad política del gobierno del presidente Ollanta Humala contra el narcotráfico y el cumplimiento de las metas de la estrategia antidrogas.

La funcionaria dijo que el Perú reafirma la necesidad de un enfoque integral en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas que involucra la intervención activa y complementaria de todas las instituciones del Estado en sus tres niveles de gobierno: nacional, regional y local.

Asimismo, resaltó que actualmente hay autoridades y líderes comprometidos para que sus poblaciones dejen los cultivos ilegales y privilegien estilos de vida saludables. Informó que a la fecha hay 32 comunidades en el Monzón comprometidas en no volver a sembrar coca.