A más de treinta días de estar hospitalizada en el nosocomio de Satipo, la menor que solo recuerda llamarse Mery, víctima de trata de personas, perdió la razón y el sentido del tiempo; y no puede siquiera recordar su nombre, tras el brutal accidente que sufrió cuando cayó al río huyendo de uno de sus agresores.
Las autoridades encargadas de la investigación la abandonaron a su suerte después de evacuarla el pasado 20 de agosto desde Mazamari, cuando llegó con un diagnóstico de fractura de cráneo y clavícula, desconociéndose la causa por la cual quedó en este estado a la menor, quien habría sido víctima de proxenetas dedicados a la explotación sexual de niñas, denunciaron sus familiares a INFOREGIÓN.
Mery, quien dice llamarse así, no recuerda el nombre de sus padres y en el nosocomio se ganó el cariño de las enfermeras y técnicas quienes fueron las únicas personas que velaron por su salud en todo momento, refiere la encargada de la asistencia social del hospital Manuel Higa Arakaki.
Todos pensaron que no sobreviviría a la heridas que tenían en el cráneo. “En su momento pedimos información para saber quién era familiar de la menor, pero nadie refería saber sobre ella, solo sus amigas que serían ‘compañeras de trabajo’ (cantina) dijeron que es de Atalaya” refirió la funcionaria.
Según se pudo conocer, a raíz del accidente de esa noche del 20 de agosto, el local que habría captado a la menor cerró para hacerse a los desentendidos sobre la salud de esta menor que tendría entre 14 y 15 años; y solo recuerda el nombre de su padre como Marco y el de su madre como María, también balbucea el nombre de Carlos Antonio, quien sería su hermano.
La Defensoría del Pueblo de Satipo tomó cartas en el asunto a fin que sea evacuada a un hospital de mayor nivel y pueda recuperarse