Unas treinta familias del caserío Bajo Almendra se encuentran incomunicadas y en peligro, debido al incremento de las aguas del río Tocache que ya se ha llevado consigo gran parte de la carretera que da acceso al caserío por el margen derecho.
Anoche volvió a incrementarse el caudal del río destruyendo a su paso la frágil defensa ribereña construida para proteger a los pobladores y a unas plantaciones de cacao y café cercanas.
Antonio Varas pudo cruzar el río subiéndose a árboles caídos y apoyándose en sogas que le lanzaron desde el otro lado los vecinos y, en representación de las familias afectadas, llegó hasta el Palacio Municipal para buscar, sin suerte, al alcalde David Bazán.
Varas relató que hace una semana, el burgomaestre de Tocache fue hasta la zona de peligro, conversó con los pobladores, tomó fotos y prometió ayuda inmediata que hasta el momento no se concreta.