Hay que mejorar las condiciones de vida en las zonas cocaleras

El ex ministro de Defensa, General (en retiro) Roberto Chiabra León, insistió en la urgencia de mejorar las condiciones de vida de la población de las zonas cocaleras, como parte de una estrategia integral que derrote al narcotráfico y que incluya la destrucción de los laboratorios clandestinos, la interdicción de los cargamento de las drogas y los envíos de insumos químicos.


 


La clave no es crear más puestos militares o enviar más policías a las zonas como el Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE), reflexionó. Hay que plantear una verdadera alternativa a los agricultores. “Dónde está la parte social, qué ofrece el Estado para cambiar de cultivo ilegal por otros alternativos, dónde está la carretera y el mercado que ayude a ese campesino a vivir decentemente”, se preguntó el ex militar.


 


Recordó también que los ministros de este Gobierno fueron hace un año al VRAE, observaron los niveles de pobreza, se expresaron impresionados, pero luego no se hizo nada concreto. “Por qué no se envían profesores, médicos, ingenieros a esas zonas, con un incentivo adicional a sus sueldos», cuestionó. “Todos debemos participar, esto no es cuestión de uno solo, no se trata de militarizar la zona y hacer más agresiva la resistencia. Lamentablemente, esa imagen se está dando porque no se actúa en otros campos”, aclaró.


 


Licenciados están listos


Chiabra también pidió mejorar los incentivos para que la juventud se interese en participar del Servicio Militar Voluntario. “Con S/. 100 nuevos soles, un chico de provincia encuentra una oportunidad. Qué cuesta incrementar la propina al soldado”, se preguntó, si eso va a generar mayor participación.


 


En contraparte, existe la gran posibilidad de incorporar a los licenciados de las Fuerzas Armadas a la lucha antidrogas. En tres meses de entrenamiento, surgirá un policía muy bien preparado para la lucha en la selva, porque este personal ya sabe manejar las armas, patrullar, emboscarse.


 


“De qué sirve formar a un policía durante 3 años en una escuela sobre cómo comportarse bien dentro de la sociedad, cuando al día siguiente lo enviamos al bosque a patrullar. ¿Qué queremos, que se traumen, que lo maten?”, se preguntó.