La constructora de la Central Hidroeléctrica de Chaglla y el Complejo Hidroenergético de Pillao ha encontrado la forma de aprovechar al máximo la gran cantidad de residuos orgánicos producidos por sus centenares de trabajadores en los campamentos ubicados tanto en las márgenes derecha e izquierda del río Huallaga, en los distritos huanuqueños de Chaglla y Chinchao.
Es así que la empresa viene desarrollando un modelo efectivo de gestión de residuos, uno de cuyos componentes principales es el proceso de compostaje para la elaboración de abono orgánico que es utilizado en las tareas de revegetación de las áreas intervenidas.
Según supo INFOREGIÓN, en los diversos frentes de obra se generan mensualmente unas quince toneladas de residuos orgánicos. De este volumen, se recupera aproximadamente el 70% (residuos vegetales, frutas y cáscaras) para destinarlos al proceso de producción de compost.
El 30% restante, consistente en residuos cárnicos o huesos, es descartado por los segregadores debido a que su alta producción de gases en el proceso de degradación genera demasiados olores y atrae más cantidad de vectores (moscas), a diferencia de los residuos vegetales que quedan convertidos en compost en unos tres meses.
Estas prácticas amigables con el medio ambiente han sido transmitidas por el personal de Odebrecht a las localidades del entorno del proyecto. Así, Chichipara y Jaupar ya cuentan con parcelas demostrativas de elaboración de compost mientras que Pampamarca ha recibido capacitaciones para implementar el sistema de gestión de residuos.
Cabe indicar que, como parte de sus acciones de responsabilidad ambiental, actualmente Odebrecht Perú cuenta con 54 camas de compostaje, cada uno de los cuales tiene diez metros de largo y que utilizan insumos como residuo orgánico, tierra orgánica, aserrín, cal viva, entre otros.