El jefe general de las comunidades asháninkas que radican en la margen izquierda del valle de los ríos Apurímac y Ene (Vrae), específicamente en el distrito cusqueño de Pichari, vive una pesadilla desde el pasado 24 de julio, fecha en la que le llegó el primer mensaje de texto de amenaza de muerte.
“Voy a destaparte los sesos a balazos m…”, se lee en uno de los mensajes recibidos en su teléfono celular de Rodrigo Vargas Saavedra, jefe general de la Comunidad Nativa Gran Shinongari (Conagrashi). En otro mensaje se puede leer “si denuncias esto (las amenazas) mis hombres me avisarán”, para en otro envío firmar utilizando el nombre de uno de los mandos senderistas que operan en el Vrae.
Según informó el diario JORNADA, hasta el momento, Rodrigo Vargas, ha recibido siete mensajes de texto en la que no solamente manifiestan atentar contra su vida, sino también la de su familia y además de exigirle que se retire de Pichari en un plazo de nueve días.
Es en estas condiciones, completamente atemorizado, es en la que el máximo representante de las comunidades asháninkas de Pichari vive sus días junto a su familia en una zona como el Vrae donde, en cualquier momento, en cumplimiento de las amenazas puedan quitarle la vida o atentar contra su familia.
Según Rodrigo Vargas, los mensajes de amenaza le iniciaron a llegar tras la publicación de una fotografía suya en un medio de circulación regional de Ayacucho, en la que se hace notar como autor intelectual del trágico incidente ocurrido en la comunidad nativa de Tsomaveni el pasado 11 de julio, donde se registró siete muertos en un enfrentamiento confuso entre asháninkas y colonos, por lo que cree que quienes estarían detrás de las amenazas serían familiares o personas vinculados a los victimados.
“Yo nada tengo que ver con lo sucedido en Tsomaveni, no mandé a matar a nadie, Tsomaveni pertenece al distrito de San Martín de Pangoa, provincia de Satipo, región Junín, yo soy jefe solamente en la jurisdicción de Pichari, no es posible que me involucren en el enfrentamiento que hubo en otra zona”, señaló Rodrigo Vargas.
En otro momento, indicó que “Gran Shinongari” actualmente cuenta con 23 anexos y dentro de ello existen cuatro comunidades andinos asimilados: Los Ángeles de Catarata, Nueva Fortaleza, Miraflores y Yurinaqui.
“Jamás estuve en contra de los hermanos andinos y nunca fuimos egoístas con nuestro territorio, les hemos cedido territorios, los ashánincas vivimos tranquilos”, manifestó Vargas.
Agregó que no solamente su persona y familia se encuentran amenazado, sino también otros líderes asháninkas que aparecen junto a él en la fotografía publicada en el diario mencionado, se trata de Virgilio Pizarro Curi, presidente de la Organización Ashaninka del Río Apurímac (Oara); Chiritiki Gómez Durán, jefe de la comunidad Sankiroshi; Efraín Mandoza, jefe de la comunidad de Maruntuari y otro comunero de Sampantuari.
Acotó que ya ha formalizado la denuncia por amenazas ante la Fiscalía de Pichari y también ya habría dado a conocer a la Comisión Multisectorial para la Pacificación y el Desarrollo Económico y Social en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Codevraem).
Por otro lado, el presidente de Oara, quién se encuentra participando en una asamblea general de comunidades indígenas en Moyobamba, a través de teléfono indicó que se encuentra preocupando por que le han informado sobre las amenazas, sin embargo manifestó que regresando indagará profundamente sobre el caso para tomar acciones legales.
“Nosotros nada tenemos que ver con Tsomaveni, no nos pueden involucrar en el caso, regresaré a Pichari en los próximo días y convocaré a la población a una asamblea general para analizar el caso hacer la denuncia correspondiente si así lo amerita”, señaló Virgilio Pizarro.
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