Si hace unos años le hubieran dicho a una pequeña o mediana empresa (conocidas como pymes) que, fomentando el ahorro, la eficiencia energética y el uso de energías renovables, podría mejorar su competitividad y que estas actuaciones servirían además para promocionar su empresa, no se lo hubieran creído.
Un comercio que cuente con lámparas incandescentes, halógenas y fluorescentes para iluminarlo y quiera disminuir su factura eléctrica, puede reducir hasta en 15% su consumo.
El consumo en climatización de una pyme puede llegar al 50% del gasto energético total. Con las tecnologías actuales, se puede reducir el consumo en más de un 60%. Un comercio que apueste por la eficiencia energética se verá recompensado no solo por la mejora en el rendimiento de los equipos, sino también por la preferencia cada vez mayor de los usuarios por centros referentes en sostenibilidad.
Las empresas pueden también ahorrar reduciendo el consumo de carburante al elegir vehículos que usan combustibles diferentes a los convencionales como el gas natural, los gases licuados del petróleo (GLP) o los biocombustibles, así como otros que emplean tecnologías novedosas y eficientes como el híbrido, que permiten ahorrar hasta un 40% de combustible, o vehículos eléctricos (Diario Ecología).