Ida Romero, la fiscal a cargo del caso del supuesto enfrentamiento entre presuntos madereros con asháninkas de la comunidad de Tsomaveni, señaló que no se ha podido determinar quiénes son los asesinos de los colonos.
«No se hallaron evidencias para culpar a los nativos», indicó.
Esto se debe a que los cadáveres fueron hallados en un descampado, en una zona que evidentemente cuenta con la presencia de narcotraficantes y terroristas. Tsomaveni está ubicada en el centro poblado de Selva de Oro, en el distrito de Pangoa, Junín, en la margen izquierda del río Ene.
La necropsia, efectuada ayer, determinó que los madereros encontrados muertos fallecieron a causa de proyectiles de escopeta.
Cabe destacar que INFOREGIÓN informó que los asháninkas habían negado, a través del periodista Rafo León, la autoría de la muerte de los ocho personas hace algunos días en la provincia de Satipo.