Los agricultores de la comunidad de Nueva Unión, ubicada en Ayna San Francisco, distrito ayacuchano que se encuentra en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), presentaron su “Café Ayacuchano”, gracias al trabajo articulado entre los cafetaleros y la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
Este producto es uno de los logros del proyecto “Fortalecimiento de capacidades humanas e innovación tecnológica sostenible de la cadena productiva de cacao y café”, ejecutado por la Municipalidad de Ayna San Francisco con el financiamiento de Devida por un monto total de S/. 1’896,758.00.
El proyecto beneficia directamente a más de 700 familias de 36 comunidades del distrito de Ayna que se dedican a los cultivos de cacao y café. Los productores reciben capacitaciones y talleres en temas de abonamiento, control fitosanitario y control de plagas, a través de la metodología de Escuelas de Campo para Agricultores (ECA).
Edwin Huamán Mancilla, burgomaestre de Ayna San Francisco, destacó que por primera vez en su distrito se procesó el café para darle un valor agregado y obtener derivados.
“Este logro es fruto del trabajo articulado entre agricultores, gobierno local y entidades encargadas de promover el café como Devida con el fin de mejorar la calidad de vida del agricultor”, precisó.
Entre otros beneficios, el programa ofrece asistencia técnica para el fortalecimiento organizacional, estrategias de desarrollo alternativo, tecnologías productivas, taller en generación de cultura para actividades lícitas, taller en mercadeo y comercialización, manejo orgánico de los cultivos de café y cacao, certificación orgánica.
El “Café Ayacuchano” se ofrece en empaques de 250, 500 y 1,000 gr. y es producido por la Asociación de Productores de la Comunidad Nueva Unión, organización creada en 2010 por iniciativa comunal y a partir de 2012 se fortalece con la intervención del proyecto financiado por Devida.
La asociación en la actualidad cuenta con 20 socios inscritos y reconocidos en Registros Públicos y maneja un promedio de 40 hectáreas de café de las variedades typica, caturra roja y amarilla, que son sembrados a una altitud que va desde los 1,500 a 1,800 msnm.
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