Michael Mckinley, embajador de Estados Unidos en Perú, manifestó que en los últimos dos años se han visto continuos e impresionantes avances en la lucha contra en el narcotráfico en nuestro país.
Destacó en ese sentido, la disminución del territorio dedicado al cultivo de hoja de coca, el incremento de la incautación de insumos químicos para la producción de cocaína y una mayor eficiencia en los operativos de interdicción realizados en los aeropuertos y puertos del país.
Mckinley reconoció que esta lucha no desaparecerá de un día para otro, por lo que reafirmó el compromiso de Estados Unidos de apoyar al Perú en esta batalla, reto que enfrentan desde hace cuarenta años.
«En términos históricos, en el contexto de Perú, los avances desde los años 90*s, son impresionantes. Ha bajado en dos terceras partes el área de producción de droga» estimó.
Señaló asimismo que el problema del narcotráfico es transnacional. «Hay que continuar, seguir todas las pistas y dedicar todos los recursos para terminar con la influencia de estos grupos transnacionales» enfatizó el embajador.
El diplomático enfatizó que a través de los últimos años se desarrolló una política bipartidaria con América Latina, la cual se basa en la lucha contra la injusticia social, desigualdad, necesidad de crecimiento económico, oportunidad para todos, y servicios sociales que amparan a mayor porcentaje de la población.