“Quien a hierro mata a hierro termina”, dice la formulación bíblica de la Ley del Talión que una vez más se vuelve realidad. Sergio Shica Soto (39), un conocido sicario de la zona fue asesinado de tres balazos frente a su casa. La escena fue observada por sus suegros que no pudieron hacer nada frente a la contundencia de los hechos.
El asesino bajó de una motocicleta negra y sin mediar palabra le disparó por la espalda y al caer le dio otros dos disparos en el pecho y cuello. Los suegros, Adilia Huamán Meléndez y Emerson Rivera, observaron la escena sentados en la puerta de su casa.
Un segundo motociclista con un vehículo de color rojo recogió al asesino para luego perderse por una de las calles de la ciudad. La esposa de Shica Soto, Eva Rivera Huamán, fue avisada del caso e inmediatamente llevó a Sergio en un mototaxi al centro de salud, en donde la doctora Roxana Ñahuín confirmó el deceso.
Cerca de las 10 de la noche, la Policía realizó la diligencia de levantamiento del cuerpo con la presencia del fiscal de turno Luis Zuta Durango. Luego el occiso fue trasladado a la morgue del cementerio La Paz de Aucayacu y recién ayer domingo se realizó en horas de la tarde la necropsia de ley, con la presencia de efectivos de la Comisaría y de la DIROES PNP.
Para la policía de Aucayacu la muerte del Sergio Shica Soto (36) es un caso de ajuste de cuentas entre narcotraficantes y sicarios. El occiso había estado hace poco tiempo en Pichis Palcazú y se preparaba para viajar a Lima, informó a INFOREGIÓN una fuente cercana la familia.
Shica Soto fue licenciado del Ejército y cuando se retiro de la institución fue captado por el narcotraficante Cristhian Macedo Santillan (a) “Cristal” conocido narcotraficante de Aucayacu, protagonizando muchos crímenes por la primacía de la producción y comercialización de la droga.
Luego de la captura de “Cristal” en Pucallpa en febrero de 1998 pasó a la banda de “Los Pavos”, conocidos narcotraficantes que causaron pánico en Aucayacu en años pasados.
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