Desaparición de la lengua pone en peligro transmisión de conocimientos ancestrales

Las lenguas no existen sin sus hablantes pero tampoco se puede esperar que estos hablen su lengua si no tienen espacios para hacerlo. Así determinaron las integrantes del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), en un pronunciamiento emitido hoy en el marco de las celebraciones por el Día Internacional de la Lengua Materna.

Ellas demandaron la acción de los Estados para respetar y valora la diversidad lingüística y cultural y erradicar el racismo y la discriminación que viven los pueblos originarios.

“Es especialmente importante que los Estados conviertan en realidad y lleven a la práctica los planes de la implementación de la educación intercultural bilingüe debido a que el sistema de educación sigue siendo uno de los principales ámbitos de la sustitución lingüística”, indicaron.

Para el ECMIA, los niños cuya lengua materna es un idioma originario, siguen siendo discriminados tanto en la escuela como en la educación superior. “Es inevitable que muchos jóvenes sientan vergüenza por su lengua y, a la par, de su origen”, explican.

Esta situación pondría en peligro “la transmisión intergeneracional de las lenguas originarias y, simultáneamente, la transmisión de los conocimientos ancestrales y culturales que forman un componte importante de nuestras identidades como pueblos indígenas”.

Los pueblos indígenas del mundo representan la mayor parte de la diversidad cultural del planeta. De las casi 7,000 lenguas existentes se estima que más de 4,000 son habladas por pueblos indígenas pero estas oficialmente son invisibles y están en riesgo de desaparecer, de acuerdo al Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU.

El 21 de febrero de cada año se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, proclamado en 1999 por la UNESCO, para promover la diversidad lingüística y cultural y el multilingüismo.

El ECMIA es una red integrada por organizaciones indígenas en 23 países, que promueve la formación de liderazgos e incide en espacios de representación y decisión internacional, regional y nacional a fin de afianzar políticas que aseguren los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas.