El analista en temas de terrorismo, Rubén Vargas, consideró que en lugar de crear bases contrasubversivas “paquidérmicas y estáticas” en el Valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, se debe priorizar el trabajo de inteligencia en la zona para enfrentar al terrorismo.
El experto cuestionó en ese sentido, el esquema anunciado recientemente por el ministro de Defensa Ántero Flores-Aráoz, de crear bases contrasubversivas estáticas en la lucha contra los remanentes senderistas. “Ese es un esquema demasiado paquidérmico, las bases contrasubversivas ya cumplieron su papel en la década de los ochenta y noventa, ya está superado, más aún porque en la zona sólo existen 200 terroristas armados tal como señalara el anterior ministro Allan Wagner” precisó.
Vargas planteó por ello revisar la estrategia de lucha contra Sendero en la zona, “porque son columnas pequeñas que aparecen y desaparecen y se mimetizan con la población y va a ser difícil ir tras de ellos con fuerzas convencionales que se convierten en blancos fáciles para emboscar en la selva alta” indicó.
En conversación con INFOREGIÓN, el experto estimó que dado el poco número de terroristas, en el VRAE se debería repetir el trabajo de inteligencia operativa desarrollada en el Huallaga, y que permitió a la policía neutralizar al mando militar más importante en esa zona y, recientemente, al terrorista identificado como “JL”, quien tenía la segunda columna armada más importante en ese valle.
“Hay que priorizar el trabajo de inteligencia y a partir de esa información, se debe actuar e intervenir con las fuerzas policiales dando efectivos golpes de mano”, precisó.
Se debe revisar el Plan VRAE
Por otro lado, Vargas Céspedes recomendó asimismo, revisar seriamente aspectos del Plan de Desarrollo del VRAE del Ministerio de Defensa en la lucha contra el terrorismo, y señaló que la estrategia para enfrentar los delicados problemas del VRAE debe basarse en la seguridad ciudadana y el desarrollo.
Señaló que en cuanto a seguridad ciudadana, el objetivo debe ser reducir a su mínima expresión a Sendero Luminoso y a los narcotraficantes en el VRAE, trabajo que, indicó, corresponde a la Policía Nacional y, complementariamente, a las Fuerzas Armadas.
En cuanto al tema del desarrollo, estimó que debe tener como actores principales a los gobiernos regionales y locales dado que conocen mucho mejor la problemática de su población.
Estimó que de esta forma, el Gobierno Central tendría como aliados estratégicos principales a las autoridades de las zonas convulsionadas “y no estarían divorciados como hoy con esa estrategia presentada desde Lima por un responsable político que no ha sido capaz de articular a los gobiernos del VRAE y que estos no ven ningún resultado que mostrar”.