“Hemos tomado la decisión de renovar la educación para los adolescentes y jóvenes, transformarla cambiando el enfoque, sabiendo quiénes son y qué servicio educativo está en función a ellos y no al revés, pensando en el servicio en sí mismo. Cómo mejoro la calidad de mi servicio sin pensar en el usuario no tiene mucho sentido”, manifestó a INFOREGIÓN Darío Ugarte, director de Educación Secundaria del Ministerio de Educación (Minedu).
En opinión del especialista los chicos que ingresan a estudiar no terminan sus estudios, son excluidos, los abandonan o son desalojados, “lo cual nos está diciendo que el sistema no está atendiendo sus necesidades e intereses, no está siendo relevante en la educación que se les ofrece y a partir de segundo y tercero de secundaria ellos empiezan a abandonar las instituciones educativas, más en las zonas rurales que urbanas; y más hombres que mujeres; y pareciera que las demandas del mundo productivo o lo atractivo que es convertirse en adulto es más interesante que continuar su escolaridad”, informó el funcionario.
Asimismo, dijo que este fenómeno sucede más en ámbitos rurales donde la oferta laboral que ahora está creciendo en el país, como la agro exportación en el norte, o la minería, está influyendo de alguna manera en que los chicos dejen de ir a la escuela.
“Otro factor es que la propia escuela o los servicios no están siendo atractivos. Tenemos once áreas que están pensadas más en una lógica de transmitir información, que desarrollar capacidades para la vida”, aseguró Darío Ugarte.
“Los chicos piden cosas que les sean útiles para ellos ahora, no para el futuro, al no encontrar eso miran la secundaria solamente como un certificado que necesitan para luego ingresar a cualquier trabajo”, agregó.
El funcionario del Minedu aseveró que en Lima, Arequipa y Junín el crecimiento de la oferta privada de educación está creciendo.
“En Lima llega a ser 74% y eso nos está diciendo que hay una crisis de la escuela pública y eso también nos muestra la expectativa de las familias respecto a la educación de sus hijos en la cual prefieren enviarlos a escuelas privadas aunque la educación no sea ni tan buena ni mejor”, aseveró.
Refirió que este hecho queda demostrado por los resultados de la evaluación en primaria y que fueron presentados a comienzos de año. “En el caso de Lima dan cuenta que más bien los resultados más bajos están en las escuelas privadas que en las públicas, hablando de los distritos que están en la periferia. No necesariamente lo privado significa calidad”, puntualizó.
Ugarte comentó que para renovar la educación “nos hemos trazado la modificación del currículum no solamente para secundaria sino para toda la educación básica regular en términos de hacerlo más pertinente, no una revisión o un ajuste, sino conocer cómo está la secundaria, su oferta, qué tipos de secundarias hay en el país”.
“Nos hemos quedado sorprendidos de la variedad de secundarias, no podemos hablar de una, además en contextos distintos como las zonas rurales y de la Amazonía, de alta dispersión, en donde ni siquiera el servicio llega”, precisó.
Asimismo hizo referencia a la demanda del mundo productivo. “Por un lado hay la demanda de capacidades técnicas, pero en realidad también se necesitan chicos con capacidad de negociar, de ser asertivos, que sepan lo que quieren, que puedan trabajar en equipo; y eso lo pueden desarrollar en la educación básica”, refirió.