Por primera vez se ha empezado a erradicar la coca ilegal en el valle del Monzón, que hasta hace poco fue un territorio liberado del narcotráfico y todavía es la zona con más plantaciones de coca del Alto Huallaga.
Lo paradójico es que esta acción la realiza el presidente Ollanta Humala, que fue el único candidato que en las elecciones del 2011 prometió no hacerlo, y cuyo plan de gobierno para este sector fue elaborado por Ricardo Soberón, efímero zar antidrogas, enemigo acérrimo de la erradicación y asesor de los cocaleros, incluyendo a la ex congresista Nancy Obregón.
EL VOLTERETAZO
En esto, como en la política económica, el cambio de Humala ha sido radical y completo. Ha pasado de un extremo a otro, y para bien.
El año 2006, Humala fue un firme aliado de los cocaleros ilegales, que producen para el narcotráfico. Para confirmarlo, llevó en su lista parlamentaria a dos de las más caracterizadas dirigentes de esa colectividad, Nancy Obregón y Elsa Malpartida.
En 2011, Humala siguió con el mismo discurso para continuar captando el voto de los cocaleros, pero hizo cambios sutiles. Obregón y Malpartida ya no postularon en su lista congresal. Cierto que a cambio incorporó al cocalero del VRAE Walter Acha, un individuo con más anticuchos que la Tía Grimanesa.
CONFUSIÓN Y CONTRADICCIONES
Al principio de su gobierno Humala trató de mezclar el agua y el aceite en este campo y en otros. El resultado fue un desastre. Pero muy pronto se definió, sacando a Soberón de Devida y aplicando firmemente la política que antes había denunciado como una imposición del imperialismo estadounidense.
Obregón y Malpartida tuvieron como premio consuelo puestos en el Estado al inicio del gobierno, protegidas por antiguos amigos. Pero cuando después de la captura del cabecilla senderista del Alto Huallaga, “Artemio”, se hicieron públicos sus vínculos, fueron apartadas. Ahora esas relaciones se van haciendo más evidentes y es posible que en el curso del juicio al sanguinario terrorista aparezcan nuevas evidencias.
Ahora, cuando los Estados Unidos están reduciendo su ayuda en la lucha antidrogas, el gobierno de Humala ha aportado 30 millones de soles del presupuesto para la erradicación, cosa que ningún gobierno anterior hizo. En 2012 el Corah erradicó 14.000 hectáreas de coca ilegal, batiendo todos los récords.
EL MONZÓN
El valle del Monzón alberga aproximadamente el 80% de la coca ilegal del Alto Huallaga, luego de que los programas de erradicación y desarrollo alternativo, aplicados exitosamente en el departamento de San Martín, eliminaron varios miles de hectáreas de coca reemplazándolas por cultivos legales y rentables.
El Monzón ha sido territorio liberado del narcotráfico desde principios de la década de 1980, cuando los ataques terroristas obligaron a retirar a la Policía.
Pero el 2010 las cosas empezaron a cambiar, cuando unidades antidrogas y antiterrorista de la Policía realizaron el operativo “Eclipse 2010”, deteniendo a varios líderes cocaleros del Monzón –Iburcio Morales y Eduardo Ticerán entre ellos– al comprobar su relación con el narcotráfico y el terrorismo.
El golpe de gracia se produjo en febrero de 2012, cuando fue detenido el cabecilla terrorista “Artemio”. Un trabajo de seis años de la Policía aniquiló a la banda senderista del Huallaga, capturando o abatiendo a todos sus cabecillas.
Así, con las organizaciones cocaleras del Monzón desarticuladas y sin liderazgo, y sin Sendero Luminoso –una suerte de brazo armado del narcotráfico–, el Corah, dirigido por el general PNP (r) Juan Zárate, ha podido entrar al Monzón sin encontrar resistencia, hasta ahora, y erradicar en pocas semanas casi mil hectáreas de coca ilegal.
El trabajo político, la relación con los alcaldes y la población, está liderado por Carmen Masías, jefa de Devida, que ha revitalizado ese organismo que vegetó durante años sin ninguna función útil.
CÓMO ERA Y CÓMO PUEDE SER
No obstante, quedan muchos problemas por resolver. El informe de Naciones Unidas sobre la situación del Monzón el 2010 muestra cómo estaban las cosas:
“Monzón continúa albergando la mayor extensión de cultivos de coca del Alto Huallaga. La producción de hoja de coca está fuertemente articulada al narcotráfico y predomina sobre otras actividades existentes. Igualmente es predominante en la economía de la familia campesina, la cual directa e indirectamente es dependiente de los ingresos generados por la comercialización de la hoja y/o derivados de coca”. (UNODC, Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. “Monitoreo de Cultivos de Coca en el Perú 2010”, junio 2011).
Como ha informado Caretas, los suelos del Monzón han sido arruinados por décadas de sembríos de coca. (“Monzón: desastre en el Paraíso”, 7.2.13). No bastan entonces los tradicionales programas de desarrollo alternativo. Se requiere de programas de empleo en reforestación y otros rubros y, probablemente, facilitar alternativas de migración a familias que no podrán cultivar las yermas tierras del valle.