El oficial estuvo quince meses en el Huallaga dedicado a desarticular lo que queda del Sendero Luminoso de Abimael Guzmán. Cuando se supo que «Artemio» estaba vulnerable, participó en el plan que permitió su captura. Ahora en la Dirandro su tarea es reforzar la lucha antidrogas e impedir el alto nivel de corrupción.
-Las conversaciones que dan cuenta de actos de corrupción en la Dirandro resultan preocupantes…
Es cierto. No podemos ser ciegos: hay corrupción, ha habido corrupción y habrá corrupción. En todos los países lo hay. Es un problema endémico. Pero vamos a bajar los niveles de corrupción. Es preocupante porque es un tema que nos involucra a todos y a una unidad tan grande y una de las mejores direcciones que tiene ya una imagen ganada en el exterior.
-¿Qué medidas se han tomado para impedir que los agentes de la Dirandro sean tentados por el dinero de la droga?
Estamos haciendo una depuración real del personal, quiénes deben permanecer y quiénes deben irse. Recuerde que es recién mi quinto día en esta dirección.
-¿Cómo se ha procedido con los agentes que han sido hallados en faltas graves?
El 2011, en Lima, se ha separado a dos suboficiales; en Huánuco, un oficial y 13 suboficiales, por la desaparición de la droga. En Ayacucho un oficial y dos suboficiales. En Palmapampa, un oficial. En Lima, por otro caso, un oficial y otros dos suboficiales; y en otro caso, dos oficiales y dos suboficiales.
-¿Solo han sido retirados del sistema antidrogas?
Fueron separados de la Dirandro, investigados por Inspectoría y denunciados en la vía penal. Esto demuestra que se han tomado acciones el 2012, cuando surgieron estos incidentes.
-¿Y la situación de los agentes antidrogas que daban información sobre los operativos al abogado de la mafia colombiana?
Según el informe que me han hecho llegar, tras saberse de este grave incidente, ellos dejaron de trabajar en el sistema antidrogas. El suboficial Ochoa Estrada fue invitado al retiro, mientras que el agente Giancarlo Fajardo Castro está prestando servicios en otra unidad. Ambos fueron investigados en la vía administrativa, y ahora su situación está en manos de la Policía Anticorrupción.
-¿Si no fuera por las grabaciones del programa de interceptación Constelación no se habrían enterado de estos malos elementos en la Dirandro?
Yo parto de este punto: en toda institución hay gente virtuosa, gente mediocre y gente corrupta. En la Dirandro no habrá lugar para la gente corrupta. Constelación es una unidad legalmente constituida donde intervienen la Policía, el Ministerio Público y el Poder Judicial. Todas las intervenciones, las comunicaciones, se hacen en función del PJ; si no, no podemos escuchar. Los ingresos de los números de teléfono celular a la computadora los hace el fiscal a cargo. Una vez hecho en un lugar privado, el policía escucha y transcribe en presencia del fiscal. Un juego de estas transcripciones va al fiscal y el otro a una caja segura. Si el fiscal lo cree conveniente, lo inserta dentro de los atestados. Esto es importante porque el prestigio del programa Constelación está intacto, y es útil en tanto nos permite impedir que toneladas de cocaína salgan del país.
Narcotráfico
-¿Sale tanta droga como antes o se ha reducido por los controles?
Es complicado porque nuestro país es estratégico para las mafias. No hay un control estricto de las fronteras por falta de personal. Hay control en los puertos, pero esperamos que sea más efectivo. No podemos decir exactamente cuánto sale porque tenemos amplios valles cocaleros, principalmente en Sandia y el Vrae.
-La policía brasileña está efectuando operativos en la frontera compartida, lo que nos indica que sale más droga…
El 2001 trabajé en la Dirandro y recuerdo que en esa época ya estaban preocupados por el tema de las fronteras comunes. Hoy en día, Brasil se ha convertido en un país consumidor. Quizá el segundo a nivel mundial. Hay reuniones con su símil peruana y hay proyectos en común para este año.
-¿Por dónde sacan la droga peruana las mafias?
Las pistas clandestinas han aparecido en la zona de Pichis Palcazu, lo que indica que ahora las mafias usan la vía áerea para sacar droga como lo hacían en los años noventa. Estas avionetas salen con destino a Bolivia y Brasil. Sin embargo, la vía marítima sigue siendo un punto de salida. (Miguel Gutiérrez)