Cambiando su acostumbrado discurso, en el que señalaba que solamente la hoja de coca era capaz de sostener económicamente a las familias del valle del Monzón y que las tierras del Huallaga no podían acoger otro tipo de sembríos, el dirigente cocalero Eduardo Ticerán Salazar, presidente de la Central Nacional Cocalera del Perú–CENACOP, admitió la posibilidad de cultivar y cosechar granadilla y maracuyá, frutas cuya demanda es enorme en mercados regionales y nacionales.
El dirigente de la CENACOP reconoció que estudios realizados a la capacidad agrícola del valle del Monzón determinaron que en ese lugar pueden cultivarse muchos productos y que únicamente es necesario implementar una cadena productiva eficiente y no dejar abandonado al agricultor en pleno proceso.
Eduardo Ticerán Salazar dio a conocer que el próximo 12 de enero se realizará la reunión de los integrantes de la mesa de trabajo que ve el problema cocalero y agrícola de Tingo María. En ese sentido, dijo que ya se encuentran listos los proyectos de desarrollo que faltaban ser entregados a la mesa de trabajo y que existe mucha expectativa entre los productores agrícolas de la zona en cuanto la aplicación de dichos planes.