Residuos de mercurio contaminan agua que consumen comunidades indígenas

Un estudio preliminar sobre la presencia de metales pesados en la cuenca del río Napo (frontera con el Ecuador), en Loreto, ha arrojado preocupantes resultados de contaminación con mercurio, aluminio y plomo, en el agua y en los peces que consumen las más de cien comunidades que viven a lo largo del recorrido del río.

Según el estudio “Metales pesados en la cuenca del Napo y su efecto en el ser humano”, la contaminación podría tener su origen en la minería ilegal que se desarrolla en esta zona de Loreto o en la intensa explotación petrolera de la zona limítrofe con el Ecuador.

En 2012, a solicitud de la Micro Red Napo y la Dirección Regional de Energía y Minas, el Gobierno Regional realizó un análisis de las aguas de la cuenca del Napo. Un equipo de tres médicos, un internista, un neurólogo y un pediatra, organizado por la Dirección Regional de Salud de Loreto, viajaron a las comunidades San Fernando, San Jorge, y Rango Isla del Río Napo y San Rafael del Río Curaray durante la última semana de setiembre 2012 para realizar un examen neurológico de las personas, con la finalidad de hallar metales pesados. Se encontró mercurio elemental en el agua del río que beben las comunidades y metilmercurio en los peces de los que se alimentan, señala una nota informativa enviada a INFOREGIÓN.

Se examinaron a 125 personas utilizando el protocolo “Global Mercury Project” de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (UNIDO). El examen neurológico incluyó la evaluación de la memoria, reflejos, ataxia y un examen oftalmológico y odontológico. Se encontraron altos niveles de mercurio en los cabellos de las personas examinadas, dice el estudio, siendo los niños y los adolescentes de entre 5 y 15 años los más sensibles a la absorción.

El informe señala, además, que «en el tejido de peces de mayor consumo de la zona se encontró especies que superan el límite máximo permisible de mercurio y metilmercurio, en especies como: chambira, zúngaro, fasaco corvina y boquichico.

El 98% de las personas examinadas presentan en el cabello concentraciones de mercurio que superan el valor referencial establecida por la Organización Mundial de la Salud: 2µ Hg/g. La principal fuente de exposición al mercurio sería el alto consumo de pescado contaminado, por lo general, boquichico”.

El padre Roberto Carrasco, del Vicariato Apostólico San José del Amazonas, quien ha trabajado en la zona desde el 2008,  dice que las primeras alertas de la contaminación se presentaron cuando un grupo de pobladores de la comunidad de Rangoisla se acercaron a los médicos con muestras de intoxicación.

“Hacía poco habían comenzado a aparecer dragas en la zona del Napo”, dice el sacerdote quien cita las posibles causas de la contaminación: “la intensa explotación petrolera en el lado norte del río Napo en Ecuador, la lixiviación de los suelos a raíz de la deforestación por los madereros ilegales, la minería artesanal que utiliza el mercurio para extraer el oro. Lo cierto es que hasta hoy no hay un estudio serio y completo de la verdadera situación de contaminación de las aguas del Napo”, señaló.

 Para prevenir la ingesta del metal por el agua o por los peces contaminados, la población ha decidido variar su dieta alimentándose de aves de corral y peces de piscigranjas. Sin embargo, no todas las comunidades han sido informadas sobre la contaminación de sus aguas, siguen consumiéndola exponiéndose a los graves peligros que acarrea la presencia de mercurio en su organismo.

El mercurio tiene efectos nocivos. Según el Ministerio de Salud la mayoría de los síntomas no se ven inmediatamente sino después de años de exposición prolongada. Afecta el sistema nervioso (cerebro, nervios, visión), el sistema inmunológico y el sistema cardiovascular (corazón, circulación).

Mediante un pronunciamiento, federaciones de comunidades indígenas han pedido al presidente Ollanta Humala el ser alertados de la contaminación con metales pesados de las aguas de la cuenca del Napo, los peces e incluso los seres humanos. La provincia de Maynas tiene una extensión de 12 170 568.8 ha y el distrito de Napo, 2 442 028 ha. El 41. 36 % del área del distrito de Napo está ocupado por siete concesiones de hidrocarburos. La reserva Nacional Pucacuro tiene un área de 637,918 hectáreas y ha sufrido la superposición en su territorio por el lote 39 de Repsol, el 1AB de Pluspetrol y el 67 de Perenco.

“El próximo año, la petrolera Perenco iniciará la explotación en la zona del Napo. Además hay otras 7 concesiones petroleras que se superponen a este territorio. Pedimos que se realice  un estudio  más completo de las aguas  superficiales, de las quebradas y cochas de la cuenca del río para saber la real situación de la contaminación y para poder iniciar programas de prevención y tratamiento de los posibles daños de las comunidades indígenas”, dice el Padre Carrasco.