DIRANDRO desbarata red de narcotraficantes en aeropuerto Jorge Chávez

La Dirección Nacional Antidrogas, DIRANDRO, asestó un duro golpe al narcotráfico y desbarató una banda integrada por trabajadores de empresas que prestan servicios en el aeropuerto internacional Jorge Chávez. Como resultado de la operación, fueron detenidas cinco personas, entre las que se encuentra un gerente de operaciones.


 


El Jede de la DIRANDRO, Miguel Hidalgo, sostuvo que esta mafia estaba encabezada por el no habido Miguel Aguilar Villanueva «Chuncho», ex trabajador de Swiss Sport, service del aeropuerto. También la integraba Hilario Clemente Ostos (54), gerente de Operaciones de la empresa concesionaria del terminal aéreo, Lima Airport Partners (LAP), donde laboraba hace siete años y hoy está detenido.


 


Otros integrantes de este grupo delincuencial son: Manuel Piscoya Llontop, empleado de dicha compañía en el área de la rampa; los servidores de Swiss Sport, Luis Romero Collantes (29) y Roberto Bazán Mazuelos (37); así como el empleado de limpieza del service Eulen, Víctor Elías Jaico (54).


 


Según Hidalgo, informaciones provenientes de México indican que el Cartel de Sinaloa estaría detrás de esta banda, y agregó que información procedente de España da cuenta de que en ese país se ha descubierto que las mafias del narcotráfico también usan a trabajadores del aeropuerto de Barajas para sus propósitos, aunque las investigaciones no indican que éstas sean partícipes de estos hechos.


 


Por ello, Hidalgo pidió a su comando que se permita una mayor presencia de la DINANDRO en las diferentes zonas del aeropuerto, donde actualmente la Policía no tiene acceso, por lo que no puede cumplir su trabajo a cabalidad.


 


Modus operandi


 


A estos sujetos se les decomisó, el pasado 15 de marzo, un total de 33 kilos 108 gramos distribuidos en 32 paquetes tipo ladrillo, que habían ingresado en las bolsas de frazadas a una nave de la línea Air Comet, que iba a volar con destino a España.


 


Según las investigaciones policiales, la banda había diseñado una estrategia con la que evitaban que la droga pasara por los counter y por las máquinas de rayos X. Previa coordinación con Clemente Ostos (gerente de LAP), Piscoya LLontop sacaba un carrito para botar desmonte hasta la avenida Faucet, fuera del terminal aéreo.


 


Allí, recogía los paquetes de droga y los introducía por una puerta lateral que usan los trabajadores. Hasta allí llegaba luego Elías Jaico, con una aspiradora industrial, entre cuyos escobillones escondía la droga que su cómplice había dejado en el cilindro y la llevaba hasta la nave que ya estaba cargada y a la espera de pasajeros.


 


Romero Collantes y Bazán Mazuelos, trabajadores encargados de transportar los equipajes desde el counter hasta las bodegas de las naves, sacaban la droga de la aspiradora y la camuflaban entre las bolsas en las que se guardaban las frazadas que los pasajeros usan en los vuelos. Precisamente, se detectó la droga por el excesivo peso de las bolsas de las frazadas.