El dengue y la responsabilidad social

El ataque del dengue en la selva, este año, reportó a la fecha más de una docena de muertes, la aparición más agresiva de esta enfermedad nos lleva a pensar en qué se ha hecho frente a la misma, que aparece cada año, no para buscar responsables o culpables,
sino para reflexionar sobre hasta qué punto estamos cohesionados como sociedad.

El sector Salud señala que es muy difícil estructurar una estrategia de control que llegue a cada casa para vigilar si hay o no larvas o zancudos, por tanto, se recomienda que sea la propia población la que tome conciencia que el riesgo puede existir en su propia casa,
y que no es un problema de los pobres o del vecino.

En ese sentido, es importante que la gente entienda que el riesgo de la infección por dengue es doméstico, el zancudo se cría en el entorno de la casa, descansa dentro de la casa y se alimenta de la gente que vive en la casa. Por lo anterior, una estrategia de control eficiente es aquella en la que existe una participación activa de la población, y no esperar a que alguien vaya y fumigue nuestras casas, sino hacer todo lo posible para prevenir que esto suceda.

Por supuesto que para que estas estrategias funcionen, debe haber una corresponsabilidad por parte de las autoridades – básicamente municipales – de manera que organicen regularmente campañas de limpieza que faciliten la recolección de llantas e inservibles que suelen ser los criaderos de las larvas, así como implementar actividades educativas y de sensibilización, para que la gente identifique cuándo debe implementar y fortalecer sus acciones de control, las cuales tendrían que llevarse a cabo antes de la temporada de lluvias.

En resumen, todos debemos controlar los criaderos del zancudo del dengue, tapando bien los tanques, cilindros, bidones o baldes en los que se está acumulando agua, eliminando las llantas en las que generalmente se quedan charcos de agua ideales para el criadero de larvas, voltear los tazones que no se están utilizando para que no acumulen agua, y eliminar los recipientes que no se utilicen, tener patio y techo limpio. Con estos cuidados, las personas podríamos aportar muchísimo para prevenir la infección del dengue y cuidar nuestra salud y la de nuestra comunidad.

Por otro lado, en el marco del proceso de descentralización, las acciones operativas de vigilancia y control vectorial a nivel regional y local son de competencia de los gobiernos regionales y locales y se deberían realizar con el soporte técnico y supervisión del sector Salud. Sin embargo, existe sobrecarga de actividades al sector Salud e implicaciones desfavorables en términos de recursos financieros y humanos para este sector. La debilidad institucional, involucra a otros servicios públicos (abastecimiento de agua y saneamiento a nivel municipal), hasta omisiones de responsabilidad de juntas vecinales. Estas omisiones y debilidades explican, en alguna medida, la ausencia relativa de la población local en actividades de eliminación de criaderos del zancudo vector. Precisamente, la suma de debilidades institucionales y sociales ha dado como resultado el panorama epidemiológico del dengue en toda la selva, incluidos los distritos que pertenecen a la región Huánuco en los últimos diez años, es tiempo, entonces, que todos nos pongamos a trabajar con responsabilidad.

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