“El cumpleaños de WEBERBAUER era el 26 de noviembre, y el día 27 de noviembre era día feriado no laborable en todo el país. Por tal motivo, el día 27 constituía la oportunidad para agasajar al maestro, lo cual generalmente se hacía con una salida al campo y un almuerzo campestre, con la participación de sus ex alumnos y discípulos, y también se invitaba a otros profesores y a los alumnos de entonces. El 27 de noviembre de 1947, la reunión se hizo en Surco. Al momento de los discursos, después de la intervención de los participantes mayores, un alumno pidió la palabra y solicitó que: «El 27 de noviembre se convirtiera en EL DÍA DEL BIÓLOGO, como una ocasión anual para recordar a los maestros, informarnos de los avances y logros en nuestras ciencias, homenajear a los sobresalientes y afianzar nuestra unión y camaradería». El pedido fue aprobado, y desde entonces el día central de las conmemoraciones sobre las Ciencias Biológicas es el 27 de noviembre de cada año, a nivel nacional. Dicho alumno de entonces tiene ahora el honor de referirles este hecho, que tuvo un significado muy importante para nuestra profesión.”
Dr. Blgo Pedro Aguilar Fernández
(Revista Peruana de Biología Vol. 7, Nº 2, 2000).
Retomando las palabras del doctor biólogo Pedro Aguilar hace algunos años, nos recuerda los propósitos que estuvieron presentes en esas épocas para nuestros colegas que en la actualidad siguen vigentes. Este día quedó oficializada a través del Decreto Ley N° 19364, que fue publicado en el Diario Oficial El Peruano el 18 de abril de 1972, día en que fue fundado también el Colegio de Biólogos del Perú.
Cuando muchos como yo decidimos dedicar el resto de nuestras vidas humanas a esta hermosa profesión, seguramente teníamos más de una opción a seguir, en mi caso andaba pensando que la medicina era lo mío, sin embargo, al ingresar al Programa Académico (así llamada en ese entonces) de Biología de la Universidad Ricardo Palma mi encuentro con la Biología y todos su misterios y encantos me sedujo de tal manera que no pude resistirme a tan poderoso embeleso.
Comprendí que la ciencia madre como la Biología era mi destino y que allí encontraría más de una respuesta a miles de interrogantes que como niño y adolescente tenia y por supuesto de las inquietudes y expectativas que muchas personas que me rodeaban y rodearon luego a lo largo de mi vida tenían.
Ser biólogo me ha producido grandes satisfacciones, entre ellas el poder comprender mejor el rol que tenemos los seres humanos en nuestro planeta que lamentablemente aun la mayoría de ellos no lo entiende y por tanto actúan como si todos los seres vivos estuvieran a nuestra disposición y por tanto sentirnos con el derecho de subvalorarlos y hasta extinguirlos; por supuesto falsas interpretaciones como estas nos están pasando la factura y los biólogos y biólogas tenemos ahora más que nunca, explicarle a los que aun vivimos en este hermoso planeta y en especial en este maravilloso y biodiverso país que somos parte de todo y que nuestras acciones tienen serios impactos que debemos medir y valorar.
No ha sido fácil ejercer nuestra profesión pues nosotros mismos hemos tenido una actitud bastante pasiva sobre cómo hacer entender la importancia de la misma a la sociedad y que nuestra carrera es y será estratégica en toda propuesta de desarrollo, siendo clave entender hoy en día cual es el mejor uso de nuestros recursos naturales, mas aun en medio de un cambio climático que empieza a cambiar los procesos y condiciones de nuestros ecosistemas, por tanto del comportamiento de las especies.
Tampoco ha sido fácil hacer entender a otros profesionales de otras carreras que los biólogos y biólogas tenemos roles y actividades propias de nuestra formación y que nos ha generado más de un conflicto o discriminación en lo profesional y laboral, cuestión que no solo se supera con una Ley y un Reglamento, sino con una actitud más proactiva nuestra y de nuestros representantes para ganarnos con respeto y firmeza el espacio que nos corresponde por derecho y vocación en la comunidad profesional y de toda la sociedad.
Los biólogos y biólogas del Perú, aún no logramos expresar con mayor nitidez y regularidad nuestras opiniones y aportes especializados sobre los diversos temas relacionados a nuestra profesión, quizás porque no hemos construido apropiadamente los mecanismos y espacios necesarios para ser escuchados, de manera que podamos asumir un rol más protagónico en el desarrollo de las localidades, regiones e instituciones públicas y privadas donde actuamos.
Los biólogos y biólogas hacemos investigación, docencia, gestión, lideramos procesos, emprendimientos empresariales, elaboramos proyectos, etc. en diversas especialidades y por tanto somos necesarios y estratégicamente importantes en el desarrollo del país, con el agregado de que somos apasionados y apasionadas por la vida porque hemos comprendido que sin ella todo pierde su valor, por ello en este día quiero compartir esta pasión con todos mis colegas y con aquellos que sin ser biólogos quieran sumarse a la gran tarea de conservar la vida, pero conservarla con todos sus valores y procesos, con todo su esplendor y diversidad; con toda su magia y su vitalidad.
Feliz Día del Biólogo y de las biólogas!!!