La región Ucayali podría quedar desabastecida de energía eléctrica como consecuencia de la negativa de la empresa Duke Energy de abastecer de gas a Electro Ucayali (central térmica de Yarinacocha) para producir 25 megavatios (Mv) adicionales que requiere para cumplir con la demanda de la población y así evitar los continuos cortes y apagones que se producen a diario, alertó el presidente de la comisión de Energía y Minas del Congreso de la República, Teófilo Gamarra Saldívar, en sesión ordinaria.
Según la versión de este congresista, la negativa de la empresa norteamericana, que ha construido un ducto de 56 kilómetros desde la estación de Neshuya, en donde explota el lote 31-C, hasta la planta de Electro Ucayali, se debe a que prefiere producir ella misma la energía eléctrica, lo que le produciría más ganancias.
El congresista denunció que la empresa actúa de esa forma porque se habría convertido en propietaria del gas, gracias a la “renuncia” que habría hecho el Estado a su condición de propietario de los hidrocarburos extraídos in situ, debido a una modificación realizada entre 2001 y 2002 al contrato suscrito entre PetroPerú y Ducke Energy. Según dijo, en esas modificaciones se habría producido “alguna irregularidad” que debe ser investigada.
Para el congresista Javier Bedoya, dicha modificación sería abiertamente anticonstitucional, ya que el artículo 62º de la Constitución Política prohíbe modificar los contratos por la vía legislativa. Por ello, propuso pedir explicaciones al Ministerio de Energía y Minas y exigirle que “haga algo para enmendar la situación actual”.
La presidenta del directorio de Perúpetro, Rosa Ortiz Ríos, explicó que Duke Energy abastece de gas a la planta térmica de Aguaytía Energy del Perú SRL, que produce 140 Mv de energía eléctrica con el que abastece las subestaciones de Aguaytía, Tingo María, Vizcarra y Paramonga, a través de 862 torres en una extensión de 392 km.
Afirmó que la empresa norteamericana habría expresado su disposición de “conversar” con Electro Ucayali para solucionar el impase, por lo que sugirió a los representantes de ambas empresas conformar una mesa de trabajo y llegar a un acuerdo.
Precisamente, la Comisión había invitado por segunda vez al representante legal de Duke Energy, quien delegó su asistencia a Marcos Pineda, jefe de operaciones de la empresa, cuya representatividad fue cuestionada inicialmente por el congresista Martín Belaunde y luego por Rofilio Neyra por lo que tuvo que retirarse de la reunión sin ser escuchado.
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