Recomiendan el uso turístico sostenible de las Áreas Naturales Protegidas

La Asociación Peruana de Turismo de Aventura y Ecoturismo, APTAE, presentó el estudio “Propuesta de Acción para el Uso Turístico Sostenible en las Áreas Naturales Protegidas del Perú, ANP”, que busca que las actividades de turismo hacia la naturaleza se ejecuten de acuerdo a una norma que asegure la protección de los recursos y su uso sostenido dentro de las ANP.


 


El estudio fue financiado por Conservación Internacional, CI, con apoyo del Instituto Nacional de Recursos Naturales, INRENA, y está basado en encuestas a 1,200 turistas extranjeros y 35 nacionales, además de 16 operadores turísticos de cuatro zonas protegidas del país: los Caminos del Inca, la Reserva Nacional de Tambopata, el Parque Nacional Huascarán y el Lago Titicaca.


 


Los encuestados identificaron las necesidades prioritarias que se deben atender para el uso turístico sostenible de las ANP y sus potenciales fuentes de su financiamiento. Así, la mayoría de ellos se mostró de acuerdo en pagar una tarifa más alta por la entrada a estos lugares protegidos siempre y cuando se desarrollen mejores servicios.


 


Los turistas están dispuestos a pagar siempre y cuando el dinero se reinvierta en la educación a los pobladores de las comunidades, infraestructura, centros de interpretación, mejores rutas de acceso, servicios higiénicos, contratación de guarda bosques y mayor promoción para turistas específicos. 


 


Logros y deficiencias del ecoturismo


Se informó que un turista que visita estas zonas permanece 27 días, mientras que el tiempo de estadía de un turista en áreas normales es de dos semanas. Los gastos que realizan los turistas extranjeros en estas cuatro áreas son considerables, pues invierten US$ 2,386 en promedio y se han mostrado muy satisfechos con el servicio brindado.


Sin embargo, algunos turistas dijeron que se sintieron defraudados debido a que los Caminos del Inca y el Huascarán se han vuelto muy tugurizados, son más comerciales y ofrecen costos muy elevados, en tanto que en Tambopata advirtieron que existe escasa vida salvaje, en tanto que otros criticaron la contaminación ambiental que existe en el Lago Titicaca. 


 


En cambio, los turistas nacionales manifestaron gastar en promedio alrededor de US$ 150 y US$ 1,000 dólares, se quedan en promedio 3 días en las zonas y criticaron la ausencia de oferta de servicios médicos y de souvenirs (recuerdos del lugar).


 


Por otro lado, los operadores locales de Lima y Cusco encuestados coincidieron en mostrar su preocupación porque consideran que los Caminos del Inca están en peligro, está muy tugurizada, como ninguna otra área natural. Ellos pidieron mayor inversión pública, publicidad y que el Estado garantice servicios básicos en la zona.


 


Recomendaciones 


Elmer Barrio, consultor de la ATPAE, indicó a INFOREGIÓN que su institución dio cinco recomendaciones para que los organismos públicos y privados a cargo del tema propicien decisiones que permitan incrementar los ingresos, mejorar los servicios y la calidad del producto, aumentando los flujos turísticos sin afectar el recurso.


 


Así, recomienda desarrollar inversiones científicas para la conservación de las ANP así como para su desarrollo sostenible, priorizar espacios para usos turísticos en estas áreas y la inclusión de la población local en el producto turístico de las ANP.


 


Por otro lado, se propone la elevación progresiva y selectiva de las tarifas de entrada a las ANP en actual uso turístico y establecer una estrategia de largo plazo para el uso turístico sostenible del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado. SINANPE.


 


También solicitó reconstruir y realizar las estadísticas mensuales y anuales de visitantes por áreas. 


 


Aplicable a otras Áreas Naturales Protegidas


Barrio enfatizó que este estudio es aplicable a cualquiera de las 62 áreas naturales protegidas que existen en el país, aunque sólo 20 de ellas reciben turistas, e indicó que este ingreso debe ser planificado cuidadosamente. 


 


Fernando León, del Proyecto SINANPE II –INRENA, indicó que el rol del Estado es conservar los atractivos y que los sectores privados y organismos no gubernamentales brinden facilidades y servicios para que estos atractivos naturales se conviertan en productos turísticos, lo cual repercutirá en beneficio de las economías locales. 


 


También agregó que se necesita un trabajo coordinado con otras entidades, principalmente el Ministerio de Economía y Finanzas, y hacer un poco de docencia con quienes administran la inversión pública pues, dijo, poner un sol en una reserva nativa permitirá el retorno de muchos soles.