El hecho de que hasta ahora no se haga efectiva la decisión política para trabajar en una estrategia nacional que evite y prevenga el desvío de insumos químicos que van al narcotráfico, significa que la corrupción que genera ya se encuentra en el nivel político y en los ministerios, afirmó Rubén Vargas Céspedes, especialista en temas de seguridad.
“No es casual que el marco legal para luchar contra el desvío se haya aprobado en el 2004 y estemos en el 2012, son 8 años en los que esa ley simplemente es letra muerta, no se aplica, no se ejecuta, y eso no es solamente un tema burocrático sino de cómo funciona la narco corrupción”, comentó a INFOREGIÓN.
“Pero también estamos viendo esa corrupción menuda, casi carroñera que es el robo, el hurto de drogas incautadas o la desaparición de las mismas de los almacenes de la Policía; o el robo por parte de policías a los narcos para revenderlo a otros narcotraficantes”, apuntó.
Manifestó que estas situaciones nos sirven como un termómetro y son “la cara visible de un monstruo que todavía está en la obscuridad pero que todavía no podemos verlo”.
Vargas Céspedes afirmó que “definitivamente, que en el Perú, históricamente, la media de incautación de drogas cocaínicas no ha superado nunca el 7% de la producción total significa que la corrupción es inmensa dentro de la Policía”.
Asimismo que “que el nivel de incautación de insumos químicos que utiliza el narcotráfico para fabricar la cocaína nunca haya superado el 1,5% -algo absolutamente risible- eso significa también que es un asunto de corrupción más que de recursos y de capital humano.
El especialista también se refirió al hecho de que “hasta ahora no se aplica efectivamente, no se operativiza, no existe la decisión política para trabajar una estrategia nacional que evite y prevenga el desvío de los insumos químicos significa que también a nivel político y de los ministerios está la narco corrupción”.
Por esta razón remarcó la importancia que el Gobierno, el Presidente, los ministros, quieran enfrentar al narcotráfico y la narco corrupción, porque “si un General de la Policía quisiera moralizar o perseguir a los policías corruptos, probablemente quien sea castigado no sean los corruptos sino el general que quiso sanear a su institución y eso ocurre con mucha frecuencia porque no existe la voluntad política de los ministros o del gobierno de turno por enfrentar este problema”, según dijo.
Frente a esta situación, Rubén Vargas planteó dos puntos principales para enfrentar el problema: primero, que exista la voluntad de querer escuchar; y segundo, generar estrategias y políticas, especialmente en el campo de la contra inteligencia para detectar los niveles de penetración y judicializar los casos”.
Vargas Céspedes insistió en que cualquier cambio que se pretenda hacer en las instituciones pasa por la voluntad política, pues existe el marco legal que posibilitaría ejecutar esa voluntad.
Finalmente señaló que la presencia del narcotráfico en el Perú es por la fragilidad y debilidad de las instituciones “porque el Estado no existe en las cuencas cocaleras del Perú”.
“¿Por qué no se cultiva hoja de coca en Brasil teniendo 100 veces más territorio apto para su cultivo exitoso?”, se preguntó el especialista.
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