La región San Martín, con una superficie de 5´125,387 hectáreas, se localiza en el territorio peruano, en el flanco oriental del relieve andino. Ocupa principalmente zonas de selva alta. Sin embargo, por el oeste, algunos sectores de su límite jurisdiccional llegan al borde oriental de la alta meseta andina.
En cuanto a su distribución por cuencas hidrográficas, el territorio sanmartinense ocupa por lo general el sector medio del valle formado por el río Huallaga. Su relieve se divide en cuatro zonas morfológicas: la occidental que limita el borde oriental de la meseta andina; la zona de los valles amplios con presencia de terrazas escalonadas; la zona sureste con un relieve que es continuación de la Cordillera Azul; y entre Tingo María y Uchiza (en el sur de la región) forma divisoria de las aguas que dan a los ríos Ucayali y Huallaga.
El clima predominante es el cálido húmedo, con una estación sin lluvias que corresponde al invierno austral. En áreas limítrofes con las regiones de Amazonas, La Libertad y Huánuco, el clima varía con la altitud que modifica el clima tropical, convirtiéndolo en templado cálido en las yungas fluviales y templado frío en las zonas limítrofes con la alta montaña y el borde oriental de la meseta andina. Es así que la región presenta una temperatura promedio máxima de 27°C y mínima de 12° C, con una precipitación anual que varía entre los 500 mm y más de 2,500 mm hacia su flanco occidental.
La fisiografía de la región es bastante heterogénea, la misma que se caracteriza por presentar geoformas definidas por las particulares del macrorelieve y el macroclima, dividiendo el territorio en dos provincias fisiográficas: a) la cordillera andina, con un relieve montañoso y colinoso; y b) la llanura amazónica, con un relieve plano.
Asimismo, la altitud en la región San Martín es variable, con una mínima de 200 msnm en el distrito de Pelejo y una máxima de 4500 msnm en el distrito de Alto Saposoa. En términos generales, los suelos ubicados en las partes planas adyacentes a los principales ríos son los que presentan un mayor nivel de fertilidad natural, mientras que el resto de los suelos, ubicados en las laderas de las colinas y montañas, son generalmente poco profundos, ácidos y de menor fertilidad. La región San Martín limita por el Norte y Este con la región de Loreto, por el sur con la región de Huánuco y por el Oeste con las regiones de Amazonas y La Libertad.
El Piñón blanco Jatropha curcas es una planta considerada como de alta adaptabilidad a diversos hábitats y situaciones extremas ambientales y edafológicas. Sin embargo, cuando se trata de promover su cultivo industrial para la producción de biocombustible, es necesario considerar ciertas variables biofísicas que son propias y/o características de la región San Martín, que ayuden a determinar cuáles son las zonas que presentan mayor aptitud, así como las limitaciones que se deberán corregir o adecuar al momento de definir las bases para el manejo agronómico de dicha especie a nivel regional, a fin de asegurar los más altos rendimientos en cuanto a toneladas de semilla seca o litros de aceite obtenidos por hectárea cultivada.
Se llegaron a priorizar nueve variables como resultado de los procesos de discusión y validación temática desarrollados en el marco del estudio, las mismas que fueron consideradas y establecidas por especialistas del ámbito regional y del cultivo de Piñón blanco, lo que permitió diseñar el modelo inicial de análisis espacial para la identificación y el diseño del Mapa de Zonas Potenciales a nivel regional.
Una vez realizado el ejercicio de priorización y valoración de las variables biofísicas más relevantes a considerar en la implementación del cultivo de Piñón blanco en la región San Martín, se procedió al modelamiento en el SIG (Sistema de Información Geográfica), mediante la aplicación del software ArcGIS, lo cual permitió elaborar el Mapa de Zonas potenciales para el cultivo de Piñón blanco Jatropha curcas de la región San Martín, a nivel macro).
La región San Martín presenta una superficie aproximada de 445 mil ha, con condiciones biofísicas aceptables para el establecimiento del cultivo de Piñón blanco Jatropha curcas. Sin embargo, esta información resulta todavía muy gruesa en términos del potencial real, debido a que en dicho espacio se configuran una serie de factores socioeconómicos y de competitividad que reducen la posibilidad de aprovechamiento de dichas áreas, y que fueron introducidos en el modelamiento al momento de priorizar zonas a nivel de distritos o sectores.
Asimismo, existen zonas que cuentan con todas las condiciones biofísicas excepto la de precipitación (por debajo de los 800 mm promedio anual), las cuales podrían ser incorporadas a mediano plazo con la condición de dotarlas de sistemas de riego tecnificado.
Estas áreas se encuentran en la zona denominada como el “Ojo Seco de San Martín” que incluye las zonas cercanas al río Huallaga en las provincias de Bellavista, Picota y San Martín. En ese sentido, este primer modelo nos permite tener una visión general de la disponibilidad y distribución de las tierras aptas para el cultivo de Piñón blanco a nivel regional, donde podemos apreciar que existe una gran concentración en la parte central de la región correspondiente al corredor productivo Tarapoto – Lamas – San José de Sisa – Bellavista.
Esta información resulta interesante por la implicancia ambiental positiva que resulta del establecimiento del cultivo de Piñón blanco en dicho corredor, ya que en la actualidad es el que presenta los mayores conflictos de uso a nivel regional que han acarreado procesos de erosión de suelos y desbalance hídrico en las micro cuencas, sobre todo en las del río Sisa.
Siendo el Piñón blanco un cultivo permanente se prevé que su establecimiento permitirá mejorar la cobertura de los suelos y la retención de agua en dicha zona. Otro corredor importante para el cultivo de Piñón blanco lo constituye el eje Chazuta – Shapaja – A. Leveau – Sauce – Tres Unidos a la margen derecha del río Huallaga.