El informe técnico recomendaba una suspensión de 60 días, pero se decidió rebajar el pedido de suspensión a 30 días. Tal fue el comentario del presidente de la Comisión de Ética del Congreso, Humberto Lay, que recomendó suspender por 30 días al congresista Rubén Coa, por haber afectado la imagen del Parlamento al ser sorprendido ebrio y provocando un escándalo en un local nocturno del Cusco.
Fue el octubre del 2011, cuando un grupo de periodistas denunció que habían encontrado totalmente ebrio a Coa, quien estaba acompañado de mujeres, durante un viaje de representación al Cusco pagado por el Congreso.
Según los denunciantes las personas que acompañaban a Coa habrían atacado a los hombres de prensa y les quitaron sus celulares y los chips respectivos para impedir que registren las imágenes.
El presidente de la Comisión de Ética, Humberto Lay, dijo que el informe técnico recomendaba una suspensión de 60 días, pero se decidió rebajarla a 30, ya que al parlamentario solo se le puede atribuir el estado de ebriedad durante un viaje de representación, más no los ataques a los hombres de prensa.
Dijo que esta situación afecta la imagen del Parlamento, de acuerdo al Código de Ética Parlamentaria.
En su defensa Coa afirmó no estar de acuerdo con el dictamen de la Comisión de Ética, considerándolo «injusto y desproporcionado»; afirmando que no hay ninguna denuncia penal respecto de su caso. «Yo tengo derecho a compartir un ágape con amigos», afirmó.