Era uno de los elementos terroristas más buscados del Alto Huallaga y operaba bajo el mando de “Artemio”, pero efectivos especializados de la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE), dieron finalmente con su ubicación y lo capturaron. El terrorista conocido como “Joshuelo” pertenecía a Sendero Luminoso y operaba bajo el mando de Florindo Flores Hala, “compañero Artemio” y que habría ejecutado importantes acciones para imponer el terror en la zona de San Isidro de Languemack, jurisdicción del distrito José Crespo y Castillo, al norte de Tingo María.
Los agentes pudieron conocer de las actividades de José Mercedes Llacsahuanche Julca (28) conocido con el apelativo de “Joshelo” y considerado como integrante del cuerpo de apoyo organizado de la organización terrorista, mediante un riguroso estudio de las actividades terroristas en la zona, en la que “Joshelo” se perfilaba como un miembro fundamental de la banda maoísta al estar responsabilizado del cobro de cupos a narcotraficantes, extractores de madera, comerciantes y agricultores para entregarlos a las columnas armadas que dirigían los senderistas “Artemio”, “Izula”, “Larry” y “Tigre”.
Según informó el coronel Xavier Ruiz Perdiz, al mando de los investigadores de la Dircote, dentro de la operación contraterrorista “Ave Fénix I-2012”, efectuaron el seguimiento del terrorista en su desplazamiento entre Aucayacu y Tingo María, logrando intervenirlo cuando transitaba por la avenida 9 de Octubre, en el asentamiento humano 7 de Mayo, en el centro poblado Castillo Grande.
Al momento de la intervención el sujeto intentó darse a la fuga, pero fue rápidamente reducido por los agentes policiales y puesto a disposición de la Divpol Leoncio Prado para su posterior entrega a las autoridades judiciales que lo requieren, al pesar sobre él tres órdenes de captura vigentes.
Según las investigaciones policiales, “Joshelo”, además de cobrar los cupos, tenía atemorizada a la población al actuar sin ningún miramiento para asesinar a quienes se negaban a efectuar los cupos que dirigía para los terroristas, como intentó con Maricruz Lozano Ríos y su madre Virginia Ríos del Águila, las que, sin embargo, sobrevivieron luego de ser acribilladas por un grupo de aniquilamiento senderista.