El título de este artículo señala dos temas distintos, pero sí relacionados. Vamos por partes. La huelga del magisterio, impulsada por MOVADEF, ha terminado en un fracaso total cuyo único saldo es la disrupción del año escolar y el abandono de miles de niños y jóvenes. Lo más triste de este fracaso es que era previsto desde sus inicios. ¿Cómo puede un gobierno, guste o no, democráticamente elegido, entablar conversaciones con un grupo minoritario del magisterio nacional liderado por una dirigencia pro-senderista y voceros públicos del pensamiento de Abimael Guzmán?
Lo más triste de esta huelga es que había un cierto grupo de maestros que, con sus reclamos evidentemente justos de mejores salarios y condiciones de trabajo, pensaban que no importaba quienes eran sus dirigentes con tal de que peleaban por sus demandas. Ahora con el fracaso de no haber logrado absolutamente nada, debe haber un momento de reflexión entre los maestros que no poden continuar así, que tienen que cambiar esta dirigencia que sólo nos ha conducido a la ruina. ¿Serán capaces los maestros de tomar un nuevo rumbo de su sindicato y elegir a dirigentes claramente desvinculados del pro-senderismo? Esa es la gran pregunta que exige al magisterio pensar y actuar de una manera nueva.
El fracaso de la huelga y de MOVADEF tiene su historia en la conducción de SUTEP durante décadas por Patria Roja. Patria se ha empotrado durante años en un economicismo a ultranza. Claro que lo económico tiene gran importancia para el magisterio pero Patria Roja nunca ha ido más allá para proponer mejoras en la profesionalización del magisterio nacional. Su política chata sólo ha logrado que el magisterio nacional quede presa fácil para la entrada de grupos como MOVADEF cuya insania puede crear protestas y bulla, pero que no nos conduce a nada positiva.
En un periódico del domingo pasado, el prestigioso analista político, Julio Cotler, decía que es necesario volver al informe de la CVR, que se discute seriamente –cosa que nunca se ha hecho en nuestro país-, que lo entendemos como una propuesta de ruta a seguir hoy en el rumbo de la sociedad peruana, que sus conclusiones se lean y se difunden en la población, especialmente entre nuestra juventud.
En Ayacucho las palabras de Cotler son particularmente pertinentes. La marcha propuesta hoy, el 28 de agosto, rememorando la publicación del informe, es especialmente importante y tiene una actualidad especial en estos momentos de nuestra sociedad. El informe no es una biblia, no pretende ser la única ni la última palabra, pero es de lejos la palabra más seria que nuestra sociedad ha producido sobre la guerra que hemos sufrido y sobre el rumbo nuevo del país que el informe propone, para que no volvamos a caer en repetir la historia que ha conducido a Sendero y sus chapas nuevas, llámense MOVADEF u otras chapas nuevas que puedan aparecer.
¡Ojalá que un buen grupo de maestros participen en la marcha convocada para el 28!