Los esfuerzos de agentes de la Dirección Antidrogas (DIRANDRO) de internarse en la espesura de la selva amazónica durante trece días se vieron recompensados ya que lograron destruir en la provincia de Ramón Castilla nada menos que doce laboratorios de elaboración de droga.
La intervención se produjo en una zona cercana a la frontera con Colombia y Brasil. Allí, los efectivos policiales descubrieron una nueva técnica para fabricar droga, diferente a cómo se elabora en el VRAEM y el Huallaga.
“Los narcos nunca imaginaron que la policía iba a llegar a esos lugares”, afirmó el general de la DIRANDRO, Walter Sánchez.