La Primera Sala Penal para Procesos con Reos Libres revocó el fallo del Vigésimo Sétimo Juzgado Especializado en lo Penal de Lima que declaraba «improcedente de plano» la demanda de hábeas corpus interpuesta por la fiscal Luz Loayza en contra de la resolución de la Junta de Fiscales Supremos que ordenaba su inmediato retorno a Maynas (Loreto), pese a haber recibido amenazas de muerte del narcotráfico.
Dicho fallo dispone además que todo lo actuado sea remitido a otro juez penal a fin de que éste admita la demanda y lleve a cabo la investigación sumaria respectiva. Como se sabe, Loyza presentó ese recurso por presunta vulneración del derecho a la vida, a la seguridad personal y al debido proceso.
Además, refirió que existen razones de seguridad que ponían en riesgo su vida desde que conoció el caso de Fernando Zevallos, por el delito de tráfico ilícito de drogas. Según Loayza, luego de que el fiscal superior decano de Loreto solicitó a dicha Junta el retorno a Maynas de la magistrada, esta Junta dejó sin efecto la resolución del traslado temporal, sin explicación alguna.
La Sala Penal consideró que por este hecho, y porque la juez penal que asumió el mismo caso Zevallos fue trasladada por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, el fallo del 27 Juzgado Especializado en lo Penal vulneró el debido proceso al rechazar el hábeas corpus y “limitar la verificación de la procedibilidad de la demanda al desconocerse la firmeza y contenido oficial de las resoluciones cuestionadas».
La resolución recuerda, además, que de acuerdo a un fallo del Tribunal Constitucional (TC), ninguna acción de amparo puede ser desestimada de plano. Por su parte, Loayza afirmó que el fallo de la Primera Sala Penal “marcará precedente” porque se trata de un hábeas corpus interpuesto contra fiscales supremos, con lo que se empieza a hacer justicia a su causa.
Finalmente, Loayza resaltó que no retornará a Maynas pues tiene licencia médica hasta el 7 de marzo, ya que vive angustiada y temerosa por su vida tras el reciente asesinato de dos testigos y que no se trata de caprichos suyos.