Consumo o chacchado de la hoja de coca no fue ni sagrado ni tradicional durante el Incanato

Sergio Madueño Torres, periodista de Tingo María, indicó que la hoja de coca no es tan sagrada ni tradicional y que tampoco estaba destinada al pueblo, como señalan erróneamente algunas personas interesadas en defender su cultivo.


 


De acuerdo a su investigación, el hombre de prensa reconoció que la coca es una planta milenaria que ha sido cultivada desde tiempos inmemoriales en el Perú, sobretodo en la zona de la selva alta del sur del país, pero precisó que su uso ya era regulado desde el imperio de los Incas para evitar que su consumo derive en vicio.


 


En una entrevista con INFOREGIÓN, Madueño detalló los alcances de su estudio denominado “Desde el valle verde, ni sagrada, ni tradicional, pero sí milenaria” basado en escritos dejados por historiadores y cronistas respecto al uso que se le ha dado a la hoja coca en la historia, los cuales desmienten los argumentos de quienes afirman que la coca era una planta sagrada para los incas.


 


“Es un estudio objetivo de lo que significa y ha significado la hoja de coca para los peruanos. Durante los últimos diez años han aparecido personas interesadas en señalar que la hoja de coca se encuentra al margen del narcotráfico porque fue extendida por los incas, pero la historia nos da otro panorama y no podemos aceptar esas versiones. No somos ignorantes y ciertamente nos han querido contar cuentos que no podemos aceptar”, recalcó. 


 


Precisó que en torno al uso de la coca “hay muchas medias verdades”, y añadió que hay que tener cuidado con defender apasionadamente cosas que no se conocen, como lo vienen haciendo congresistas, presidentes regionales y alcaldes que ganan dinero azuzando el tema de la hoja de coca. 


 


Hoja de coca nunca fue tradicional


De acuerdo con las investigaciones de Madueño, la hoja de coca es una planta silvestre y rústica que puede prosperar en casi todos los microclimas de nuestra patria y cuya utilidad ha sido apreciada por muchos. Sin embargo, también desde tiempos antiguos se advirtieron los peligros que implica su consumo, al extremo que la expansión inca desarrollada por Pachacútec significó también la regulación de la producción de coca porque su consumo se convertía en un vicio.


 


Durante el imperio incaico, la hoja de coca estaba reservada sólo al Inca y a sus selectos funcionarios. El pueblo recibía la hoja de coca solamente cuando había que emprender obras públicas como caminos, puentes y la limpieza de canales, para mitigar el hambre y el cansancio. Y también cuando se debía iniciar una guerra e invadir territorios enemigos. 


 


El periodista expuso además que los escritos del cronista Jhon Murra señalan que durante la colonia la hoja de coca era utilizada para rendir pleitesía a la tierra, pero que su uso no era común en la sociedad de ese tiempo.


 


Madueño resaltó asimismo que el cronista Huamán Poma de Ayala afirmó que la hoja de coca era usada por los hechiceros para hablar con los demonios y que incluso su chacchado era considerado un vicio. 


 


“La hoja de coca no era destinada al pueblo, sino solamente al Inca y a quienes el soberano daba libertad para consumirla. También era ofrecida como regalo a los curacas para sellar alianzas estratégicas con otros pueblos y como símbolo de sometimiento al Inca, otra razón para afirmar que su consumo no era tradicional ni sagrado” precisó.