Cierran en Brasil el más grande basurero de América Latina

El mayor basurero de América Latina, Gramacho, ubicado al norte de Río de Janeiro, fue cerrado este domingo después de 34 años de cuestionado funcionamiento ambiental, a días de que se instale en esta ciudad la cumbre mundial sobre desarrollo sustentable.

El alcalde de Río, Eduardo Paes; y la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira; clausuraron con una cadena la entrada al vertedero, situado al borde de la Bahía de Guanabara, que llegó a recibir 8 mil toneladas diarias de desechos.

Al ingreso de Gramacho fue levantada una valla de advertencia de fondo azul: «Cerrado. Prohibido botar basura en este lugar».

«A partir de ahora Río no va a admitir más la violencia contra el medio ambiente, como este crimen ambiental que fue Gramacho por más de 30 años», dijo Paes.

Considerado el mayor vertedero de Brasil y de América Latina, con aproximadamente 140 hectáreas, las montañas de desperdicios que componen este sitio lo convirtieron en la mayor amenaza ambiental de la bahía, debido a las filtraciones ocasionadas por el deficiente manejo de la basura.

Su cierre fue acordado en 2004, pero la decisión se aplazó varias veces y finalmente fue fijada para inicios de este mes, cuando Río acogerá a más de un centenar de líderes mundiales en la cumbre de las Naciones Unidas Río+20, que discutirá un modelo de desarrollo acorde con el cuidado ambiental.

Unas 1,600 personas que vivían del reciclaje manual de desperdicios, conocidas como ‘catadores’, recibirán una indemnización de la alcaldía.

La ministra de Medio Ambiente destacó el cierre de Gramacho a días de que se inaugure Río+20, que se celebrará entre el 20 y 22 de junio.

«Esto es un gran avance para el área ambiental y para el país. Vamos a usar este modelo para cerrar todos los basureros» que dañen los ecosistemas, indicó Teixeira.

En el sitio donde funcionó por 34 años Gramacho operará una planta de bio gas, que también contribuirá a reducir el metano de la atmósfera.

Los desechos que iban a Gramacho serán trasladados a otro basurero administrado por una empresa privada, según informó Terra.