A pesar de los programas de sustitución promovidos por el gobierno central y la cooperación internacional, los cultivos de hojas de coca registraron entre los años 2006 y el 2010 una expansión creciente del 19% hacia nuevas zonas de producción, se informó hoy.
La Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito-UNODC reportó que en el 2010 se detectó la existencia de 61,200 hectáreas en 11 zonas cocaleras, contra 51,400 hectáreas verificadas en el 2006 en 8 cuencas, indicó el presidente de la Junta Nacional del Café, César Rivas Peña.
“Mientras en el 2000 se estimó un rendimiento de 1,500 kilos de hoja seca por hectárea, en el 2010 da cuenta de una cosecha de 2,500 kilos, lo cual representa un vertiginoso aumento de 66% en el período de 10 años”, advirtió.
“Llama la atención la expansión de cultivos ilícitos hacia zonas de tradición cafetalera, como es Selva Central, Puno, La Convención y el propio Valle del Rio Apurimac, generando alta inestabilidad social y distorsión de precios de productos de consumo masivo, como para el acopio de productos”, dijo Rivas.
Refirió que ahora no hay un solo Vrae, sino varios «vraes» que deben ser incorporados en los planes de desarrollo, pero teniendo como eje a las organizaciones de productores sostenibles, las cuales operan desde décadas, a pesar de las agresiones de los grupos subversivos, como de las entidades públicas.
Asimismo, indicó que en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) ha paralizado las negociaciones sobre la problemática de las cooperativas de café y cacao, ahora también afectadas por la caída de los precios internacionales y baja producción.
Finalmente, Rivas aseguró que en las zonas cafetaleras se cotiza a 6.50 soles el kilo de café, contra su costo de producción de 8.50. “Hemos pasado de la euforia de buenos precios, a una situación de incertidumbre, además de la expansión de la economía ilícita”, enfatizó.