La caída del helicóptero 357, la nave UH1H2, donde murió la mayor PNP Nancy Flores en la tarde del jueves 12, desató otros enfrentamientos en el mismo cerro y sus cercanías entre el jueves y el sábado 14, con un saldo trágico en todos ellos: la muerte de tres suboficiales de la Dinoes pocas horas después; y la emboscada a una patrulla del EP el sábado, que mató a dos suboficiales del Ejército y dejó a diez heridos, el sábado 14.
De los tres enfrentamientos, el más difícil de comprender es el que llevó a la muerte de los tres policías de la Dinoes. ¿Por qué se los abandonó en el cerro, si hacerlo equivalía a condenarlos a morir? ¿Por qué no se trató de socorrerlos en forma inmediata?
IDL-R ha seguido la secuencia de hechos que llevaron a ese luctuoso desenlace.
El día que fue abatido el 357, la patrulla Dinoes en donde estaban los tres suboficiales, se encontraba al norte, en Mazamari. Habían llegado poco antes a la antigua base Sinchi desde Lima, para hacer ‘un reentrenamiento’. Eran 30 policías (la mayoría suboficiales de segunda y tercera) al mando de tres capitanes, que, se suponía, iban a hacer un curso combinado con la Marina y la FAP.
Pasado el mediodía, la patrulla de Dinoes recibió la orden de trasladarse de Mazamari a Pichari. Al llegar, les dijeron brevemente que no iban a participar en un curso sino en un operativo. Se trataba de hacer un anillo de seguridad en torno al helicóptero derribado.
Pese a que los senderistas habían atacado (y derribado) un helicóptero que tenía a otro de sombrilla y que se podía suponer que habría por lo menos un francotirador senderista en el lugar, la patrulla fue transportada por un solo helicóptero, sin otro que pudiera hacer de escolta o de sombrilla. ¿No había otros helicópteros disponibles? ¿Confiaron los pilotos militares en el blindaje de la parte inferior del MI-17 y supusieron que si se mantenían en sobrevuelo sería muy difícil que los francotiradores senderistas acertaran en un punto vulnerable?
Sea como fuere, el MI-17 del Ejército, con pilotos de la Aviación del Ejército, salió de Pichari cerca de las 3:30 de la tarde. Veinte minutos después, a las 3:50 p.m., mientras el helicóptero sobrevolaba el cerro donde había caído el 357, los 27 policías se prepararon a deslizarse sobre la cuerda de descenso rápido fast rope.
Los primeros en bajar fueron los suboficiales de tercera César Vilca Vega y Luis Astuquillca Vásquez, los siguió el suboficial Landert Tamani Guerra y se preparó para deslizarse el suboficial José Miguel Millones Velásquez.
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