La caída del 357.- De acuerdo con varias fuentes fidedignas, los acontecimientos se iniciaron con una información de inteligencia que señaló un punto de probable presencia senderista en Alto Kepashiato, a unos 14 kilómetros de Kiteni.
El director general de la PNP, general PNP Raúl Salazar, ordenó la inserción –según las fuentes– de una primera patrulla de 24 sinchis al mando del jefe de la 48 comandancia de Mazamari, coronel PNP Edgar del Castillo Araujo, a quien se conoce también como ‘Milkito’. Su objetivo era hacer seguimiento a los senderistas y estar alerta para entrar en acción.
Otra información de inteligencia indicó un punto adicional, siempre cercano a Kiteni, con posible presencia senderista. Se organizó rápidamente una segunda patrulla en lo que, de acuerdo con las fuentes, también participó el general Salazar.
Pero muy poco después llegó una información adicional señalando un tercer punto, relativamente cercano, con probable presencia senderista.
Se ordenó entonces (aparentemente lo hizo el propio Salazar), que dos de los helicópteros UH1H2, de la PNP, recogieran a la patrulla de ‘Milkito’ (coronel PNP del Castillo) para trasladarla al tercer punto. Pero las coordenadas que recibieron los pilotos de las dos aeronaves resultaron no ser correctas, así que ambos retornaron a Kiteni.
Ahí, en la improvisada y populosa base, un piloto del Ejército les informó que él había ‘sembrado’ la patrulla de ‘Milkito’ en su nave MI-17, y les dio las coordenadas precisas para encontrarlo.
Así, pasadas las dos de la tarde del jueves 12, despegaron los dos helicópteros UH1H2: el PNP 357, al mando del mayor PNP Roberto Ramos, con la capitana PNP Nancy Flores, como copiloto; y el PNP 343, piloteado por el capitán De Casanova, también conocido como ‘Pantro’.
El plan era transportar a la patrulla de 24 efectivos en tres vuelos, cada uno con 8 policías.
Al llegar al lugar marcado por las coordenadas, el mayor PNP Ramos inició el descenso, mientras que el segundo helicóptero, al mando del capitán ‘Pantro’ le hacía de ‘sombrilla’, protegiéndolo desde arriba.
El descenso fue en un lugar apenas apropiado, a media quebrada de un valle pequeño, coronado por un cerro boscoso. Los pilotos y el artillero del helicóptero Luis Guerrero Chumacero, podían ver a los sinchis aprestándose a embarcar y descendieron con cuidado.
A pocos metros del suelo, Ramos sintió el ruido de los disparos y los impactos en el helicóptero. Intentó darle más potencia al motor para remontar vuelo, pero vio que perdía fuerza y altura. El motor había sido alcanzado.
Los disparos provinieron desde la dirección 10-11 en relación horaria con la cabina del piloto. Y siguieron mientras Ramos apagaba el motor para evitar que el helicóptero rodara cerro abajo. Logró posarlo en una pendiente de 15° o 20° (grados).
Al tocar suelo, el 357 giró 90 grados a la izquierda, el francotirador senderista quedó entre las 12 y las 3 de la nave, y el artillero (ametralladorista, más bien) del helicóptero vio los fogonazos y las balas trazadoras de lo que, probablemente, haya sido una ametralladora PKT, y respondió de inmediato el fuego, secundado por los sinchis, que, cuerpo a tierra, disparaban y buscaban parapeto.
El otro helicóptero, piloteado por ‘Pantro’, bajó disparando, para proteger mejor al 357, pero Ramos le pidió, por la radio, que subiera pues temía que el viento de los rotores lo empuje cuesta abajo.
En ese momento, el artillero Luis Guerrero fue herido. Una bala destrozó el soporte de aluminio de su asiento y las esquirlas se le incrustaron profundamente en la pierna, algunas con pedazos de tela del uniforme.
Poco antes, Ramos se percató que la capitana Nancy Flores había muerto, alcanzada por los disparos del francotirador.
Una tercera aeronave de la Policía, un Mi-17, al mando del comandante PNP Roca, que había dejado a otra patrulla cercana, se les unió y batió con fuego de ametralladoras el emplazamiento del francotirador senderista.
Con esa protección, el UH1H2 343 de ‘Pantro’, bajó y evacuó a Ramos, al herido Guerrero y al cuerpo de la capitana PNP Nancy Flores.
El inutilizado helicóptero UH1H2 357 quedó en la loma, custodiado por la patrulla de sinchis al mando de Del Castillo.
Los enfrentamientos, sin embargo, prosiguieron.
Poco rato después, llegaron dos helicópteros Mi-17 del Ejército, para insertar una patrulla de policías de la Dinoes en la cumbre del mismo cerro boscoso. El sistema era el de descenso por cuerda rápida.
Dos efectivos de la Dinoes habían bajado y el tercero se deslizaba por la cuerda, cuando otros senderistas emboscados abrieron fuego.
Los helicópteros MI-17 levantaron vuelo disparando, y nadie más pudo descender. Los tres efectivos de la Dinoes quedaron solos, cerca del enemigo emboscado y, parece, sin comunicación por radio.
Al cierre de esta nota, más de un día después de los hechos, los tres Dinoes no han sido todavía rescatados. De acuerdo con informaciones no confirmadas, por lo menos uno de ellos estaría herido.
La complejidad de la guerra en selva se ilustra en el aún inconcluso enfrentamiento iniciado ayer. Un mismo cerro está ocupado por grupos diferentes en sus varios niveles: abajo, cerca del helicóptero abatido, está la patrulla de sinchis, al mando de Del Castillo. A medio cerro, es posible que siga atrincherado el francotirador senderista. En la parte alta, los Dinoes y los otros francotiradores senderistas.
El lugar, el pequeño valle, está, como queda dicho, a unos 14 kilómetros de Kiteni. Sin embargo, los policías y senderistas continúan, hasta ahora, atrincherados en las faldas del cerro, sin que el enfrentamiento tenga todavía una decisión.
Según informaciones de buena fuente, el viernes se sembraron más patrullas y, a la vez, los senderistas volvieron a atacar los helicópteros. Un MI-17 del Ejército habría recibido más de 17 impactos de bala.
La potencia de fuego de las fuerzas de seguridad y los senderistas, en un espacio relativamente limitado, significaría un claro peligro para los rehenes, en el caso que estén cerca de la zona de enfrentamientos.
La nave abatida solo podrá ser retirada cuando las fuerzas de seguridad hayan controlado la zona.