El colapso de las carreteras del Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), vienen generando cuantiosas pérdidas económicas al sector productivo, endeudamiento con las entidades crediticias y desconfianza en los compradores internacionales, aseguró a INFOREGION Franklin Barzola, gerente de la cooperativa ‘El Quinacho’.
“El corte de las vías de acceso imposibilita el trabajo de acopio de productos como el cacao y no sólo las cooperativas han sido perjudicadas, sino también la población por el incremento en el costo de los alimentos a lo largo de las semanas”, lamentó.
En conversación con Diálogo Ciudadano, noticiero de INFOREGION que se transmite en el VRAE, Barzola aseguró que las actuales condiciones de las vías de comunicaciones constituyen un factor de riesgo para los trabajos de acopio y traslado de productos como el café y el cacao. “Para nosotros es bastante complicado trabajar en estas condiciones”, indicó.
Barzola también manifestó que, en comparación a otros cultivos, el cacao tiene un período de cosecha de todo el año, por ello su comercio implica un mayor riesgo, debido a las dificultades que se presentan para su acopio.
“Ciertamente es bastante perjudicial para nosotros. A lo largo del año hay épocas marcadas por la alta producción de los cultivos, pero en el caso del cacao, se produce todo el año y estos meses hemos ido acopiando muy pocos quintales”, aclaró.
Desconfianza del mercado internacional
Barzola explicó que para el comercio internacional, el incumplir los contratos y retrasar los envíos, implica perder al potencial cliente que, en muchos casos, con tanta dificultad se ha llegado a conseguir. “Se ha hecho un esfuerzo en conseguir buenos clientes pero con este tipo de incumplimientos hacen que ellos (los clientes) ya no quieran seguir trabajando con las cooperativas”.
Por ello solicitó a las autoridades de turno amplíen mejor su cobertura de atención para los trabajos de mantenimiento de las vías de comunicación.
De otro lado añadió que los problemas se generan también con las entidades crediticias, que muchas veces son las que financian los trabajos de acopio de las cooperativas, debido a que las mismas no cuentan con un capital propio. “Muchas veces trabajamos con créditos de entidades financieras, y que incumplamos uno o dos meses implica un incremento en los intereses y obvio, va en perjuicio de los productores porque al final ellos tienen que asumir el compromiso de pago”, señaló.
Mayor compromiso con el sector productivo
Barzola reconoció que pese al trabajo de las cooperativas con los pequeños productores para fortalecer las capacidades técnica – productivas en cultivos como el cacao y el café, los problemas externos (narcotráfico / terrorismo) continúan siendo un agravante para el desarrollo de los mismos agricultores.
“Si nosotros todavía operamos en el VRAE, es por el esfuerzo de todo el equipo de la cooperativa tanto socios como trabajadores, quisiéramos que el gobierno pueda otorgar incentivos a los pequeños productores que habitan en zonas de alto riesgo”.
Tras la auditoría realizada hace unos días atrás, Franklin Barzola destacó que la cooperativa ‘El Quinacho’ pasó la prueba, por lo que la empresa FLOTERS le ha otorgado la certificación por un año más para la comercialización del cacao y el café.
“La auditoria FLOTERS no ha encontrado ninguna anomalía, la hemos pasado con bastante éxito sin embargo hay algunos puntos críticos que debemos ir corrigiendo”, remarcó.