Citando un reciente estudio del programa de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la oficial de Bioenergía y Seguridad Alimentaria de este organismo, Erika Félix manifestó que la selva peruana tiene un gran potencial para desarrollar bioenergía.
“Uno de los estudios que realizó la FAO fue para definir la disponibilidad de la biomasa, el manejo sostenible forestal y los residuos madereros, en el área de la selva peruana. Esta biomasa se ve como un gran potencial. En la selva se encuentra un excedente que puede ser utilizado para proyectos de bioenergía”, afirmó Félix en entrevista con INFOREGIÓN.
No obstante, aclaró que el estudio realizado fue a nivel nacional “y para poder operacionalizar algo tenemos que bajarlo a nivel local, para entender qué es lo que está pasando en términos locales y definir mejor los proyectos e intervenciones”.
De otro lado, mencionó también que en la selva hay un gran potencial para la utilización de las áreas degradadas o deforestadas con plantaciones de palma aceitera, la cual podría ser utilizada para la producción de biodiesel, energía que actualmente tiene una gran demanda.
“Pero tomando en cuenta que actualmente el Perú es deficitario en la oferta de aceites comestibles, primero tendríamos que asegurarnos de satisfacer la demanda nacional y después empezar a ver cómo penetrar el mercado del biodiesel con las plantaciones de palma aceitera”, expresó.
Los riesgos de la expansión agrícola
El desarrollo del sector bioenergético también puede conllevar potenciales riesgos y esto fue puesto en evidencia hoy por la FAO, sobre todo en lo que se relaciona a la utilización y disponibilidad del agua.
Así, durante el primer día del Foro de Bioenergía y Seguridad Alimentaria que se desarrolla en el auditorio del SENASA, Félix manifestó que la actual agroexpansión de caña de azúcar en Piura y Lambayeque para la producción de etanol solo puede ser abastecida de agua en un 50%.
“Nosotros hemos elaborado un estudio en particular en esta cuenca para ver cuál era la disponibilidad de agua para abastecer todas las necesidades en esta región y hemos determinado que en base a la agroexpansión de 25 mil hectáreas solo se podría abastecer el 50% de esa expansión para no competir con los usos actuales del agua”, explicó Félix.
La representante de la FAO agregó que esta situación puede ser mejorada con mejor infraestructura y con un uso más eficiente del agua. “Se requiere un manejo más integrado del agua, lo que tal vez daría el potencial para obtener más agua a fin de abastecer todas las necesidades, incluyendo potencialmente la expansión del sector bioenergético”, indicó.
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