El Ministerio de Agricultura (MINAG), a través de la Dirección General de Competividad Agraria (DGCA) y en coordinación con los demás agentes de la cadena productiva del maíz amarillo duro, que involucra principalmente al sector privado, vienen implementando las estrategias adecuadas para mejorar la productividad y competividad de este grano.
Entre las acciones emprendidas se destaca el fortalecimiento de las capacidades empresariales de las asociaciones nacionales y regionales de las principales zonas productoras como La Libertad, Lima, San Martín y Lambayeque.
Además se realiza la formalización de las organizaciones, con los beneficios que ello representa, es decir, acceso al crédito, a nuevos mercados, facilidad en la adquisición de insumos, entre otros. Otro factor clave, es la transferencia tecnológica orientada básicamente al uso de semilla de calidad y al manejo agronómico del cultivo.
Estas acciones se toman en vista que el panorama internacional respecto de este grano se presenta incierto debido a las sequías y los impactos negativos del fenómeno natural La Niña que han afectado a los principales países exportadores, como Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil.
Se sabe que Argentina, segundo país exportador mundial de maíz, reducirá la cosecha de este grano en 4,6 millones de toneladas, es decir en un 20%. Del mismo modo, se prevé que Brasil, cuarto exportador mundial, también sufra una baja en su producción debido a los climas extremos que vienen afrontando.