Alfonso Zavaleta, jefe del Área de Investigaciones del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas, CEDRO, explicó a INFOREGIÓN que la hoja de coca no tiene propiedades nutritivas y más bien ingerirla constituye un problema de salud pues contiene 14 alcaloides principales cocaínicos y otros 13 más entre los que está la nicotina, varios de ellos tóxicos.
Agregó que para el “chacchado”, que es formar un bolo de hoja de coca en la boca y darle vueltas con la saliva, se agrega cal para extraer el alcaloide cocaínico, a fin de calmar la fatiga, servir como estimulante y de anestesia, “pero hay que extraerlo y concentrarlo diez veces para ver el efecto anestésico local”, recomendó.
Zavaleta, presidente de la Sociedad Peruana de Farmacología y Terapéutica Experimental, agregó que hace más de un año, elaboró una investigación llamada “Falacias de la hoja de coca en la nutrición humana”, donde explica que las propiedades alimenticias atribuidas a la hoja de coca no tienen sustento científico
Sin propiedades alimenticias
Por ejemplo, dijo que se habla de que la hoja de coca tiene un 20% de contenido de proteínas, pero estas proteínas vegetales deben ser descompuestas en aminoácidos que el ser humano pueda asimilar.
Sin embargo, las proteínas vegetales de la coca carecen de varios aminoácidos por lo que no se constituye en un nutriente apropiado.
Resaltó que algunos recomiendan erróneamente comer hoja de coca para el tratamiento de la osteoporosis, por su gran cantidad de calcio. Sin embargo, “este tratamiento requiere también la vitamina D y la administración de una hormona.
Sólo comer algún producto con calcio no representa un tratamiento eficaz para la osteoporosis, eso es falso”, dijo, y agregó que la hoja tampoco tiene propiedades diuréticas.
“Las bebidas a base de hoja de coca tienen que pasar por un procedimiento de extracción de los alcaloides para ser comercializada, ese procedimiento es caro y por ello los proyectos no pueden concretarse”, lamentó el experto.
Además, refirió que esta industrialización requiere mucho cuidado, por ejemplo, al hacer harina de coca, en realidad se pulveriza este producto y se le pone como componente nativo en un alimento en una proporción no mayor de 5% porque es sumamente tóxico.
El experto hizo hincapié en que no es recomendable preparar compuestos con la hoja de coca para ingerirlos, “en tanto no se retiren todos los alcaloides que son tóxicos y perjudiciales a la salud”.
“La hoja de coca tiene que ser tratada químicamente para extraerle los alcaloides y ello implica utilizar procedimientos caros, si se ve esto desde el punto de vista industrial, esto es poco viable como negocio”, refirió.