El Corredor de Conservación del Complejo Vilcabamba cumple nueve años como ANP

Ese sábado 14 de enero el Parque Nacional Otishi y las Reservas Comunales Asháninka y Machiguenga celebrarán el noveno aniversario de haber sido declaradas como Áreas Naturales Protegidas (ANP) del Corredor de Conservación del Complejo Vilcabamba, en nuestra selva central.

En todo este periodo, estas ANP han emprendido el camino para contar con una sólida gestión participativa ya que ambas reservas comunales trabajan conjuntamente con “Eco Asháninka” y “Eca-Maeni”, sus ejecutores de Contrato de Administración.

Así, brindan un espacio para la participación ciudadana donde los diferentes actores como autoridades locales, comunidades nativas, etc. se comprometen activamente en la labor de la conservación de la biodiversidad de la zona. El  Parque Nacional Otishi también cuenta con su Comité de Gestión unificado.

Para este triple aniversario, las jefaturas de las áreas protegidas han elaborado un programa de celebraciones para compartir con la población local las que comenzaron con una ceremonia donde se proyectaron videos acerca de la riqueza de estas ANP, el reconocimiento del guardaparque sobresaliente, entre otras actividades. Igualmente, se programó la “Gran Maratón Parque Nacional Otishi y Reserva Comunal Asháninka”.

Maravillas en la naturaleza

El Parque Nacional Otishi constituye el núcleo del complejo de estas tres ANP del extremo norte de la cordillera Vilcabamba, a la que tiene el objetivo de protegerla a fin de conservar la estabilidad e integridad de los suelos y el agua de las cuencas de los ríos Apurímac, Ene, Tambo y Urubamba. Asimismo, proteger su belleza paisajística, sus singulares formaciones geológicas y su diversidad biológica.

Entretanto, las reservas comunales Asháninka y Machiguenga tienen como uno de sus objetivos principales garantizar la conservación de la biodiversidad y cultura en beneficio de las comunidades nativas colindantes como los grupos etnolinguísticos Machuiguenga, Asháninka, Kakinte y YineYami, que hacen uso tradicional de sus recursos naturales.

Aunque son zonas poco estudiadas, se sabe que la diversidad de hábitats es extraordinaria albergando decenas de especies de plantas medicinales, árboles como el tornillo, el cedro, el zapote, etc., y fauna como el guacamayo azul, el majaz, el lagarto blanco, el paujil, entre otros.