El municipio de la provincia cajamarquina de Jaén izó el Pabellón Nacional a media asta en señal de duelo por el ataque a la comisaría del distrito de Santa Rosa, que dejó tres policías y dos civiles muertos.
Según informó el teniente alcalde, Edwin Llique Ventura, la población esta consternada con la noticia y se encuentran a la espera del avance de las investigaciones policiales, a fin de conocer con exactitud lo sucedido.
“Desde la municipalidad estamos apoyando a los familiares con la movilidad para el traslado de los cuerpos hacia Bagua Grande (Amazonas), donde se realizará la necropsia de ley”, manifestó.
La autoridad edil refirió que Santa Rosa, ubicado a hora y media del centro de Jaén, es un distrito tranquilo, pacífico y que es la primera vez que registra hechos de violencia. El ataque ocurrió la noche del domingo.
Indicó que la comisaría de Santa Rosa se encuentra acordonada y los ingresos y salidas están vigilados por agentes policiales y ronderos, al igual que el ingreso a la cercana ciudad de Bagua, en Amazonas.
Hugo Barrantes, hermano del comisario, refirió que el ataque sería una venganza por las investigaciones y captura de delincuentes en la zona, tras el ataque a la comisaría de Puerto Ciruelo, en Jaén, en noviembre pasado.
Indicó que en ese asalto los facinerosos se llevaron armamento que fue recuperado por la acción policial, a través de un grupo delta que se formó entonces y que el comisario integraba.
Barrantes lamentó que los delincuentes capturados por los agentes policiales, arriesgando sus vidas, fueran después liberados por los jueces y fiscales.
Recordó que su hermano había trabajado anteriormente en Lima, pero pidió su traslado a Jaén para estar más cerca de su familia y luego fue destacado a Santa Rosa. “Estamos acongojados y adoloridos”, aseveró.