A partir de una iniciativa privada que lidera el especialista en medio ambiente José Valdivia, un grupo de familias de escasos recursos económicos de Tingo María se propuso salir de la pobreza con su propio trabajo y al mismo tiempo contribuir con la conservación del medio ambiente.
Así, ellos conformaron una pequeña asociación a la que denominaron Remiplast y fueron capacitados para un mejor desempeño de sus actividades en las diferentes calles tingalesas. Hoy, se les puede ver recolectando lo que a vista del común de la gente se considera un inservible, un deshecho o “basura”. Lo recolectado se selecciona y posteriormente se comercializa.
La asociación tiene proyectado trabajar en tres frentes, uno de ellos es el apoyo al municipio en su programa propio de recolección de residuos sólidos. El otro frente es la recolección selectiva a nivel de instituciones locales y el tercer frente es trabajar con la empresa privada, por ejemplo los concesionarios de la construcción de la Central Hidroeléctrica de Chaglla.
“Por lo pronto, ya hemos iniciado nuestras actividades con la Dirandro. Seguiremos con la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL), luego vendrá el Ministerio de Agricultura y posteriormente el Proyecto Especial Alto Huallaga”, informó Valdivia, en diálogo con INFOREGIÓN.
Explicó que los asociados hacen una recolección selectiva para minimizar los problemas que se pueden generar en el botadero final de la Moyuna.