Acurio explicó que el perfil de inversión pública del gasoducto virtual está listo, pero se requiere de la aprobación de un estudio de factibilidad “muy avanzado”, a través de un decreto supremo o de urgencia para que supla el expediente técnico y así acelerar su ejecución.
“El objetivo del proyecto es promover la reconversión de los vehículos del departamento de Cusco a esta fuente de energía, que es más limpia y amigable con el medio ambiente”, señaló a la Agencia Andina.
El gasoducto virtual permitirá abastecer al Cusco con gas natural traído en camiones cisterna desde la planta de Pampa Melchorita, en el departamento sureño de Ica. El gasificador que conducirá el combustible natural es diseñado por la empresa rusa Premium Engineering, precisó.
Una empresa argentina, en tanto, hace lo propio con el gasificador que permitirá atender a los domicilios.
El perfil del proyecto contempla una inversión de 20 millones de nuevos soles, los cuales serán empleados para la adquisición del regasificador, carros cisterna y la instalación de grifos.
Precisó que en una primera etapa se abastecerá al parque automotor de la provincia de Cusco y luego será replicado en las demás provincias cusqueñas.
La autoridad regional señaló que ante esta posibilidad de desarrollo para Cusco se ha previsto sensibilizar a la población a fin de que se beneficie del gas.
“El proyecto tiene un componente de sensibilización, el cual contempla informar a la gente sobre las ventajas del uso del gas en las viviendas, en el transporte, y por las pequeñas y medianas empresas”, indicó.
Acurio Tito señaló que la campaña informativa se efectuará a través de los medios de comunicación e instituciones educativas, y comprenderá talleres de sensibilización.
“Estimo que en junio y julio las unidades vehiculares ya estarán beneficiándose; por ejemplo, si hoy se llena el tanque del auto con 150 soles, gracias al gasoducto virtual se podrá llenar con gas natural con sólo 50 soles. Es un ahorro significativo”, resaltó.
Juzgó que esta campaña de difusión será muy auspiciosa y generará un clima propicio de confianza y acogida para lo que será luego el gasoducto surandino, que llevará el gas al sur peruano.
Este megaproyecto dedicará el primer tramo de su recorrido a garantizar la seguridad energética del país, ya que hoy la infraestructura de generación eléctrica con gas natural de Camisea depende de un solo gasoducto en la zona de selva.