Informes de inteligencia del Ejército revelaron que en el VRAE habría 500 «narcoterroristas» fuertemente armados que estarían distribuidos en los diversos campamentos que Sendero Luminoso ha establecido en la zona. Estos grupos de senderistas obedecen a las órdenes de los hermanos Quispe Palomino, “José”, “Raúl” y “Gabriel”, quienes se han fortalecido gracias a su alianza con el narcotráfico.
Según informa el diario El Comercio, a diferencia de las décadas de los 80 y 90, los subversivos, ahora aliados al narcotráfico, ya no secuestran a los nativos de la zona para obligarlos a participar en ataques a las bases y convoyes del Ejército. En la actualidad son hombres fuertemente armados entrenados para enfrentarse a las fuerzas del orden.
El diario también da cuenta que hace dos semanas informó sobre el abandono por parte de las Fuerzas Armadas de cinco bases contrasubversivas en la zona de Vizcatán. Citando fuentes del Ejército, sostiene que esto solo se debió a un cambio de estrategia y no de un retroceso en la lucha contra Sendero Luminoso.
En entrevista concedida a ese medio, al especialista en temas de narcotráfico y seguridad, Rubén Vargas, sostiene que la estrategia que tuvo el Ejército en el VRAE estuvo errada desde su concepción.
“Para las Fuerzas Armadas el enemigo por combatir era Sendero Luminoso y de modo más específico los rezagos de estar organización terrorista. Pero la realidad es otra. El principal problema del VRAE es el narcotráfico y es esta actividad, y el dinero que maneja, lo que fortalece a Sendero”, aseguró Vargas
Para leer el artículo completo haga click aquí