Expertos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), estimaron que en el largo plazo, los cultivos alternativos pueden ser más rentables que la hoja de coca, planta que es el insumo principal para la elaboración de pasta básica de cocaína.
Así, Jochen Wiese, asesor principal de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), precisó que las condiciones son favorables para dar alternativas legales a los campesinos cocaleros, pero puntualizó que ello requiere inversión y un trabajo sostenido e integral.
«La producción de palma aceitera, cacao y café es sostenible en el tiempo, mientras que los cultivos de hoja de coca no son permanentes, sino temporales debido al daño ecológico que producen» precisó el experto.
Señaló que los cultivos alternativos son más sostenibles y económicos en el largo plazo, y agregó que en cambio el cultivo de la coca no es sostenible sino migratorio pues los agricultores deben ir a otro sitio depredando bosques.
En esesentido consideró que se requiere invertir adecuadamente en el desarrollo de capacidades de los campesinos cocaleros y brindar el apoyo técnico para insertarlos en el mercado productivo y puedan abandonar las actividades ilícitas.
Puso como ejemplo de ello el modelo de cultivos alternativos aplicado en la región San Martín. «Ese modelo es la mejor muestra de cómo la legalidad se abrió paso y venció al narcotráfico» puntualizó.
Wiese dio a conocer que las ganancias por la producción de palma aceitera en esa zona del país alcanzaron los 21 millones de dólares el año pasado en tanto que para fines de este año se proyecta incrementar las ventas a 35 millones de dólares.
Inversión indispensable
A su turno, Loren Stoddard, jefe del Programa de Desarrollo Alternativo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), consideró fundamental la inversión en las zonas cocaleras para brindar reales oportunidades de progreso a los campesinos.
Agregó que se requiere además asistencia técnica permanente a los campesinos que dejan la hoja de coca pues recordó que en los primeros años la producción de los cultivos alternativos tiende a ser muy baja.
Stoddard resaltó el auge que registra en el Perú el cultivo de la palma aceitera y consideró muy auspiciosa su venta en los mercados exstranjeros.
“En los últimos tres años hemos sembrado más de 40 mil hectáreas de cacao, más de 10 mil hectáreas de palma. En general, el año pasado llegaron a mas 60 millones de dólares en ventas y esperamos unos 120 o 150 millones de dólares en ventas para este año”, expresó el funcionario.
Por ello consideró indispensable que los programas de desarrollo alternativo vayan a la par con la aplicación de una política integral para combatir el narcotráfico.