Luego de dos días de ardua búsqueda pobladores del anexo de Túpac Amaru encontraron el cuerpo sin vida y con evidentes signos de tortura de Lidio Ramírez Romero a orillas del río Anapati, a la altura del Lote Nº 38, en el distrito de Pangoa en la zona del valle del Ene.
Según detallaron los dirigentes comunales de la zona, el hecho ocurrió el pasado 21 de noviembre por la tarde, en circunstancias que una patrulla de nativos de Tsomaveni ingresaron al anexo de Libertad de Anapati y Túpac Amaru (margen izquierda del río Anapati) y tras incendiar la vivienda de Lidio Ramírez, se lo llevaron con rumbo desconocido.
“Han intervenido y golpeado a varios agricultores de esta zona, la vivienda Lidio Ramírez fue incendiada por esta enardecida turba de nativos que llegaron con evidentes signos de haber tomado abundante mazato (licor de yuca) y se lo llevaron a golpes con destino desconocido”, narró el comunero.
Finalmente, tras dos días de búsqueda, el cuerpo de Lidio Ramírez fue hallado a orillas del río Anapati, a la altura del Lote Nº 38, a unos 15 kilómetros de Puerto Anapati en la zona de río Ene.
No es la primera vez
Según comentaron los pobladores, estos abusos vienen ocurriendo con cierta frecuencia por la zona, y aseguraron que detrás está el interés de terceros como los madereros ilegales quienes vienen talando los bosques del valle del Ene, zona considerada como zona liberada para la tala con el consentimiento pleno de los jefes nativos del lugar.
“Cuando alguien se opone -a que talen los árboles-, es acusado de colaborar de sendero o el narcotráfico, luego van a su casa, la incendian y lo hacen desaparecer o en todo caso lo llevan con el Ejército. Eso sucedió también con la señora Olga Escual a quien acusaron falsamente de hostigar una base militar el día que ella se encontraba en un congreso en Valle Esmeralda”, comentaron.
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