El alcalde provincial de Andahuaylas, Oscar Rojas Palomino, reconoció que la vida de los ministros de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, y de Agricultura Miguel Caillaux, sí estuvo en riesgo, durante los lamentables sucesos del pasado 11 de noviembre en su provincia, por lo que pidió las disculpas del caso.
Aclaró sin embargo que el riesgo no fue por causa de los regantes o agricultores «sino porque hubo infiltrados entre los protestantes”, precisó Rojas Palomino quien en estos momentos visita Lima encabezando una Comisión de autoridades y dirigentes que se oponen a la actividad minera en esa zona.
El burgomaestre desmintió asimismo la versión de un sector de la prensa que aseguró que los ministros salieron huyendo por la violencia de la turba. “Nosotros hemos descartado categóricamente esa versión. Durante las casi 9 horas de reunión, ésta fue movida y se presentaron algunos percances y roces, como ocurre en este tipo de eventos. Pero, nosotros nunca quisimos poner en peligro la integridad de las autoridades” aseguró.
Rojas Palomino agregó que cuando ya todo estaba listo para firmar el acta fue informado de la presencia de gente infiltrada entre los protestantes. “A ello se sumó que el avión de la comitiva debía partir por lo que la seguridad se impuso para partir hacia el aeropuerto y retornar a Lima”, sostuvo.
Abel Ortega dirigente de la Junta de Regantes de Andahuaylas (JUDRA), respaldó la versión de la autoridad y rechazó todo tipo de violencia. “Las investigaciones determinarán la responsabilidad de quienes propiciaron esos actos de violencia en Andahuaylas. Quienes estamos aquí no merecemos que nos vinculen con esos actos y menos con partidos políticos, movimientos o grupos radicales”, indicó.
Las autopridades y dirigentes de Andahuaylas fueron recibidos por el ministro Herrera Descalzi en el marco de la política de diálogo y concertación del gobierno y les exhortó a alcanzar la solución de sus demandas de forma pacífica.