La nueva estrategia antidrogas y un peligroso punto de quiebre en la cocaína peruana

No hay duda que la próxima aprobación por el Consejo de Ministros de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2011-2016 es de la mayor importancia para el país pues en la misma se deben determinar los objetivos y las metas que se esperan alcanzar al año 2016 en aspectos de suma importancia, como:  hectáreas de coca de uso legal e ilegal; toneladas producidas de cocaína potencial  y decomisada; insumos químicos utilizados e incautados; consumidores de cocaína; nivel de percepción del riesgo de consumo y producción de drogas ilícitas; y un plan de acción que dará  a conocer el como se van a alcanzar las metas que se definan.

En diciembre del año 2010, el llamado zar antidrogas de los Estados Unidos de América, el señor Gil Kerlikowske,  Director Nacional de Control de Drogas, en conferencia de prensa, en la que participó la administradora interina de la DEA, la Sra.  Michele M. Leonhart, anunció que para el el año 2009,  la producción de cocaína del Perú se estimaba en 225 toneladas, la de Colombia en 270 toneladas y la de Bolivia en alrededor de 195 toneladas.

Sin embargo hace muy pocos días y once meses después de la conferencia de prensa antes citada, el señor Rodney Benson de la DEA hizo conocer que la producción peruana se había elevado a 325 toneladas.

Explicó que en el Perú, ello se debía a que los altos márgenes de ganancia han brindado fuertes incentivos a los agricultores  y narcotraficantes peruanos para ayudar a satisfacer las necesidades del mercado, al apoyo de Sendero y la mayor presencia de carteles mexicanos.

Sin duda un crecimiento de  44,4 % en un  año es alarmante,  mas aún, cuando según las cifras de la DEA, en el año 2006 la producción de cocaína en el Perú era 265 toneladas, y de 225 toneladas en el año 2009,

Diversos factores deben estar influenciando para haber existido un cambio tan marcado en la tendencia descendente habida entre el año 2006 y el año 2009: i) la cocaína peruana debe haber empezado a abastecer segmentos del mercado estadounidense antes abastecidos por cocaína colombiana; b) ya se siente con mayor incidencia el efecto de la nueva demanda de mercados de cocaína en expansión como Brasil, Chile y  Argentina que se suma a la demanda de Europa; y c) el narcotráfico habría decidido incrementar los  cultivos de coca para elaborar cocaína en el Perú y hacer de nuestro país su principal fuente de abastecimiento.

Esperemos que en este peligroso escenario, DEVIDA proponga una  Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas que sea concordante con la prioridad política anunciada en diversas ocasiones por el Presidente Ollanta Humala y el Presidente del Consejo de Ministros,  Salomón Lerner y nos presente un plan de acción acorde con las características propias del desarrollo del narcotráfico en el Perú y del nuevo contexto internacional en la oferta y demanda de cocaína.