Caretas. Abriéndose paso entre frondosos árboles y nubes de insectos, una guapa rubicunda recibe el exagerado calor selvático de la provincia de Lamas, en San Martín, mientras tantea y prueba al paso los diversos frutos amarillos de codiciadas plantas de cacao. “A ver, éste”, señala un fruto, y un agricultor chanka, machete en mano, lo parte en dos dejando al descubierto unas pepas recubiertas de una especie de baba. La gringa prueba una cerrando los ojos, saboreando, disfrutando. “¡Uhmmm, muy bueno!”, exclama. Sabe reconocer un buen sabor cacaotero de sobra: es la reconocida repostera Astrid Gutsche.
Chocolates más, chocolates menos, el recorrido de Astrid se da en los predios agrícolas de uno de los 900 productores de la cooperativa ‘Oro Verde’, la misma que fue designada recientemente por la cocinera como la del mejor cacao del país para la nueva campaña del BBVA Banco Continental. Pero la suya es una apuesta aún mayor: la del cacao peruano.
“La variedad de especies nativas de este fruto que tenemos es inmensa y queda aún por descubrir muchas más”, indica: “Mientras en México, Venezuela, Brasil y otros países se llevaron de encuentro sus especies nativas para sembrar puro cacao CCN51, de origen ecuatoriano, acá contamos todavía con gran variedad nativa, lo que nos da una buena colocación para apuntar al extranjero”.
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